Mallorca tiene los precios hoteleros más bajos del archipiélago. Al hecho de que la isla cuenta con mayor número de camas, 300.000, se suma su mayor dependencia de la turoperación, que juega a la baja a la hora de fijar los precios. La necesidad de llenar los grandes establecimientos del destino también se vuelve en su contra. Mientras Eivissa es la isla más cara, a raíz de la subida de tarifas que se desató en 2015 cuando se benefició de la crisis de la Primavera Árabe.
La evolución de la tarifa media diaria (conocida por las siglas ADR) de los hoteles de Eivissa y Formentera durante la década 2009-2019 demuestra una fuerte diferencia entre los precios cobrados a los clientes por los hoteleros de las Pitiüses y los del resto de Balears. En el caso de Eivissa y Formentera, el precio medio que se cobraba por habitación en 2019 fue de 132,5 euros, mientras que en Mallorca la cifra era de 100,4 euros, es decir, un 24,2% menos que en Eivissa. De hecho, los precios en Mallorca están por debajo también de los de Menorca, con 106,3 euros, como media en 2019.
Las cifras que pueden consultarse en el Institut d’Estadística de les Illes Balears (Ibestat) muestran en primer lugar que los hoteles más caros de Balears son los de las Pitiüses (en realidad son los más caros de todo el Mediterráneo) y, por otra parte, que esta situación empezó a despuntar en el año 2015, cuando los precios hoteleros pitiusos se despegaron de los del resto de Balears.
Rezagada
Hasta 2009 las tarifas de los hoteles de Mallorca, Menorca y Eivissa-Formentera iban bastante parejos, si bien Mallorca ya empezó a quedar rezagada desde un primer momento respecto a las demás islas, con tarifas cada vez más alejadas de las de sus vecinas.
Para hacerse una idea de la brusca subida que representó 2015, baste decir que el año anterior se cobraban 91,3 euros por habitación (89,5 en Menorca y 73,2 en Mallorca) y al verano siguiente se pasaron a cobrar 118,8 euros en Eivissa y Formentera, frente a los 82,1de Menorca y los 77,7 de Mallorca. Es decir, que mientras en estas dos islas seguían más o menos como siempre (una bajando y otra subiendo levemente), Eivissa y Formentera se disparaban un 30% con una sola temporada de diferencia.
La tarifa media de julio en las Pitiüses fue de 160,5 euros frente a los 117 de los establecimientos mallorquines
A partir de ahí, tanto Mallorca como Menorca han ido subiendo algún peldaño a duras penas, hasta 2019, mientras que Eivissa ha mantenido y consolidado la diferencia adquirida en 2015. El año en que la tarifa alcanzó su máximo (récord histórico) fue 2018, con 132,8 euros.
¿Qué explicación puede darse a esta situación? Juanjo Riera, vicepresidente de la patronal hotelera pitiusa y una de las personas que mejor conoce la industria de las islas, apunta a varias causas. Para empezar, las Pitiüses “tienen hoteles con menos habitaciones, en general, que lo que sucede con los hoteles de Mallorca”, donde abundan los establecimientos de gran tamaño, con una gran cantidad de habitaciones, “y tienen que llenarse todas”, comenta.
Además, a diferencia de Eivissa, en Mallorca los turoperadores “siguen teniendo una potencia muy fuerte, sobre todo los alemanes”, mientras que en las Pitiüses la contratación con mayoristas ha ido perdiendo terreno en favor de la contratación directa por parte del hotel, lo cual da mayor libertad de acción al empresario. En Mallorca, “el turoperador le dice al hotelero que si suben mucho los precios que piden, se llevará los clientes a otra parte”, afirma.
El gran salto experimentado en 2015 no tiene gran misterio para él: coincidió con la Primavera Árabe, en que sucesivas revoluciones populares en varios países desviaron turistas de forma masiva. “A partir de ese año hubo un aumento enorme de la demanda turística hacia Eivissa, y por ello se pudieron subir también los precios”.
En cualquier caso, cuanta mayor cantidad de plazas turísticas hay, los precios se reducen, y dado que Eivissa tiene 80.000 camas hoteleras y Mallorca 300.000, es más fácil vender caro las pocas plazas de Eivissa que las muchas que hay en Mallorca: “Es la ley de la oferta y la demanda”, certifica Riera.
Ahora bien, el hotelero recuerda que los dueños de establecimientos pequeños tienen unos gastos no muy alejados de los grandes en cuanto a personal, seguros, abastecimiento de comida y bebida o seguros.
LAS CLAVES
Sobreoferta 300.000 camas de hotel en Mallorca, frente a las 80.000 de Eivissa
La gran oferta de plazas que hay en Mallorca y su dependencia, en gran parte, de los turoperadores, hace que estos mayoristas puedan presionar para bajar los precios de los establecimientos.
El gran salto adelante 2015, el año en que Eivissa se despegó del resto
Tras unos años en que las cuatro islas iban bastante parejas en precios, Eivissa despegó bruscamente en 2015 y desde entonces mantiene una amplia ventaja en la materia.
2020 La diferencia se mantiene incluso en julio de este año
Aunque la cifra global de 2020 caerá notablemente, los datos de julio mantienen la misma proporción de precios entre las diferentes islas.
En cuanto a 2020, el sector considera obvio que la estadística reflejará un batacazo sin precedentes en los precios, pero por los primeros indicios que arrojan las cifras del mes de julio de 2020, aun así Eivissa y Formentera quedarían por encima de Mallorca y Menorca. La tarifa media de las estancias hoteleras de este julio se situó en las Pitiüses en 160,5 euros, según el Ibestat, lo que supone incluso una ligera subida del 1,89% respecto al mismo mes del año anterior. En Mallorca, la cifra fue de 116,9 euros (bajó un 1,5%) y en Menorca, de 129 euros (subió un 7% en comparación con julio de 2019). Faltará ver la media anual, puesto que el gran descalabro de la segunda mitad de agosto y septiembre, con grandes ofertas desde las empresas hoteleras, difícilmente permitirán mantener tarifas como las de julio o los años precedentes.
