La segunda oleada del coronavirus en Balearssegunda oleada del coronavirus en Balears está provocando que las empresas isleñas comiencen a presentar nuevos expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) "por rebrote". El conseller de Trabajo y Turismo, Iago Negueruela, comunicó ayer que ya se han presentado 67 expedientes de este tipo, que afectan a 475 trabajadores, y apuntó que tras las fuertes bajadas de las últimas semanas respecto a la cifra de asalariados afectados por esta medida, es previsible que se vuelva a registrar un crecimiento. Por ello, defendió que la figura de los ERTE debe de mantenerse "todo el tiempo que sea necesario" al suponer una protección para los empleados de las islas.
En estos momentos se ha pasado de los casi 153.000 trabajadores afectados por ERTE de mediados de mayo a los 58.801 con que se cerró agosto, lo que supone la reincorporación a sus puestos de trabajo de tres de cada cinco, pero fue el propio conseller el que reclamó cautela ante estos datos, ante la previsión de que esta cifra vuelva a incrementarse.
Y todo ello en un contexto de fuerte crisis, según se pone de relieve en el último informe presentado por el departamento de Negueruela. La riqueza generada por la economía balear durante el segundo trimestre de este año fue poco más de la mitad que la que se registró durante el mismo periodo de 2019 y presentó la mayor caída de la historia del archipiélago, lo que refleja el impacto que el coronavirus está teniendo en las islas.
Aunque los datos del mes de julio han sido algo mejores de lo inicialmente previsto, desde el Govern se estima ahora que el año se va a cerrar con un desplome del producto interior bruto del 28,8%, o lo que es lo mismo, la factura que Balears va a pagar durante 2020 a causa de la pandemia superará los 9.700 millones de euros. Para hacerse una idea de lo que eso supone, el presupuesto del Consell de Mallorca para este año no llega a los 500 millones.
El conseller Iago Negueruela y el director general de Modelo Económico, Llorenç Pou, presentaron ayer un nuevo informe de coyuntura económica. La conclusión es que entre abril y junio, meses en los que el confinamiento alcanzó sus niveles más duros dado que la actividad turística no comenzó a retomarse hasta mediados de este último mes con una prueba piloto, la economía de las islas registró una caída del 40,5%.
Tal y como señalaron ambos responsables políticos, no existen precedentes en la historia del archipiélago en los que se haya dado un desplome de este calibre, aunque se espera un mejor comportamiento de julio a diciembre. La especialización turística de Balears la coloca como la zona del país más afectada, seguida de Canarias, donde la bajada fue del 36,1%.
Menor gravedad
El Govern había previsto en abril que la crisis generada por el coronavirus iba a suponer una caída de la economía balear del 31,6% durante todo 2020, pero al comportarse julio algo mejor de lo que se había previsto (pese a que las islas perdieron tres de cada cuatro turistas extranjeros durante ese mes respecto a 2019), ahora reduce ese descenso a un 28,8%. En cualquier caso, el conseller Iago Negueruela admite que este último dato sigue siendo muy duro. El descenso del segundo trimestre, del 40,5%, no tiene precedentes. Mallorca aparece como la isla con un comportamiento menos negativo, al caer un 39,3%, seguida de Menorca, con un 41,7%, y las Pitiüses, con un 46,1%. Como referencia, la bajada media de España del segundo trimestre fue del 22,1%.
