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Entrevista

Amanda Fernández: "Es normal algo de miedo ante la vuelta a clase: todo es nuevo y no hay riesgo 0"

Destaca la responsabilidad de docentes y directores, "que saben que el mundo ha de seguir funcionando"

"Las becas comedor tendrán en cuenta la nueva realidad". g.bosch

P ¿Cuál fue su primer objetivo al cerrarse las escuelas?

R Esta es la dirección general más pedagógica y social, lo más afectado en el confinamiento. El objetivo más claro era proteger a los más vulnerables. Cada casa es un mundo, pero hemos encontrado necesidades muy básicas, empezando por la alimentación, lo primero que quisimos atender con las tarjetas de comedor. ¿Cómo hacerlo en estado de alarma y con los movimientos restringidos?

Después tocó la brecha digital. Encontramos niños desconectados, y por eso hicimos el protocolo, tuvimos que pedir permiso a Madrid, con los Policía Tutores para que contactaran con los alumnos ilocalizables o desconectados por no tener recursos. Hizo falta encontrar y traer los ordenadores... todo era muy complicado. Imagina que las tarjetas comedor las teníamos que mandar de aquí a Valencia para mandarlas de allí a Eivissa...

P ¿Mantienen estos sistemas por si vuelve el confinamiento?

R La idea de los planes de contingencia es que no tener que volver a improvisar. Si nos vuelven a confinar coincide que los niños con beca son los mismos que siguen teniendo la tarjeta, la podemos recargar, pero puede que no coincidan. Por eso en la convocatoria de becas de comedor que preparamos ya incluimos una cláusula donde los centros puedan ingresar el dinero, facilitar el proceso. Con los Chromebooks igual. En Madrid ya están haciendo una compra. La idea es que no nos venga todo de nuevo.

P ¿Cómo será la próximos convocatoria de becas de comedor?

R Este curso han sido 3,5 millones de euros y la idea es que el próximo llegue a los siete millones con el fondo covid. Nuestra idea era haberlas sacado ya, pero tenemos que esperar a que llegue el ingreso, que será a principios de septiembre, para sacar la convocatoria. Podrían ser el doble de beneficiarios, pero antes solo nos fijábamos en la renta del año pasado y este curso hemos añadido criterios, fijándonos en la realidad actual: ERTE, paro... Si el año pasado eran 6.152 beneficiarios, este curso igual serán el doble o más, no se puede decir exacto porque las cantidades varían según las necesidades.

P La brecha digital no es solo entre hogares: hay centros que usan iPads y Chromebook y libros de texto digitales, y otros siguen utilizando los miniportátiles que les dieron hace diez años, ¿el plan de digitalización armonizará esta situación?

R Sí, había muchas diferencias, por las realidades socioeconómicas entre los centros, pero también por una cuestión de autonomía de centros, por sus proyectos pedagógicos. Estamos firmando el convenio con Madrid y la verdad es que todas las ayudas van a los centros, por una parte vienen para préstamos a alumnos vulnerables pero se dan a los centros. Estamos mirando de abaratar costes para que los centros vulnerables puedan comprar.

Durante el confinamiento, los centros siguieron recibiendo las partidas para funcionamiento, pero no han tenido gastos y muchos han optado por invertir en esto. Ahora estamos recopilando datos y a partir de ahí intentaremos mejorar la competencia digital, que ya era un objetivo. El equipo IBSteam ya existía, eran tres personas, y nos fue muy bien en el confinamiento, pero ante lo que encontramos vimos que es insuficiente, ahora son diez personas.

P En julio concluyó el programa de refuerzo PAE, este año más relevante que nunca, ¿los centros hacen un buen balance?

R Ha ido muy bien. Antes en verano solo era para ESO y centros públicos y este verano ha llegado a concertados y también a 5º y 6º de Primaria, unos 7.000 alumnos. Nunca había tenido tanta respuesta, los centros eran conscientes de que había muchos alumnos que lo necesitaban. Además, para los profesores ha sido como un entrenamiento al empezar a trabajar como será este curso (la mascarilla, salidas y entradas...), pero en pequeño, claro, eran grupos de diez. Colegios que nunca habían hecho el PAE, porque sus ayuntamientos ya daban sesiones de refuerzo, han valorado que el maestro ya conoce a los estudiantes y los niños conocen la dinámica y metodología de centro.

P La FAPA lamentó que si tu centro no lo pedía, tu hijo no podía asistir al PAE aunque lo necesitara. ¿Se corregirá eso?

R El PAE, según los criterios de los fondos europeos, está enfocados a algunos alumnos en concreto. No es 'yo creo que mi hijo lo necesita', hay un perfil. Hemos de confiar en los centros, que son los que valoran qué alumnos lo necesitan.

P El curso que viene habrá que recuperar más de tres meses de escuelas cerradas, ¿cómo será el plan de refuerzo?

R El PAE continuará en 5º y 6º de Primaria y ESO y en públicos y concertados. Habrá variaciones: en verano podían hacer hasta seis horas semanales, durante el curso no puedes hacerles hacer tantas horas, y menos con alumnos a los que ya les cuesta el sistema educativo.

P Los centros sin PAE, ¿tendrán que recuperar el contenido que ha quedado pendiente de este curso en horario normal?

R Sí, pero la idea no es recuperar contenidos. Se trabajó en una de las comisiones. Las instrucciones señalan que hay que hacer una extracción de lo más importante de lo que quedó pendiente y centrarse en trabajar competencias básicas y no tanto contenidos superfluos.

El PAE es diferente, ayuda a reincorporar a la dinámica de clase a alumnos con un desfase. El objetivo es que el alumno aprenda; con covid o sin nunca conseguirás que toda la clase vaya al mismo ritmo. Las expectativas demasiado elevadas generan frustración. El PAE plantea retos 'pequeños' más realistas.

P FAPA denunció una bajada del presupuesto para el programa de reutilización de libros, ¿no es contradictorio en un curso tan complicado para las familias?

R Ha habido confusión. Hemos cambiado el programa, hemos añadido material digital, como licencias de uso, pero no quitamos la reutilización de libros. El curso pasado dedicamos 1,6 millones y para el próximo presupuestamos lo mismo, pero con la compra no prevista de dispositivos tuvimos que coger dinero de ahí. Entonces es cuando yo dije a FAPA que nos quedaría un millón, pero al sacar la convocatoria muchos más centros se apuntaron a la opción de material digital y al final optamos por hacer dos pagos. Uno ya caerá en el presupuesto de 2021 y así este próximo curso al final nos gastaremos más dinero que el pasado.

P¿Cree que los recursos previstos bastarán para atender las necesidades de las familias en este curso marcado por la crisis?

R Con el tema de comedor ya vimos que la situación era peor. En el confinamiento los centros nos pasaron un listado de alumnos necesitados sin beca de comedor y que, según creían ellos, tampoco estaban siendo atendidos por Servicios Sociales, quien comprobó que, de esa lista un millar de familias necesitadas no estaban recibiendo nada. Se les repartieron unas tarjetas con cien euros cargados para ayudarles a la compra. Ahora solo tenemos estimaciones de las necesidades que habrá, pero son realmente preocupantes.

P La Comisión 0-3 señaló el año pasado que en Balears es necesario crear 2.500 plazas de 'escoleta', ¿han podido crear nuevas?

R No, teníamos preparadas dos convocatorias que finalmente saldrán en octubre o noviembre. Una es para que ayuntamientos creen plazas; por cada plaza serán unos 6.000 euros de ayuda, la mitad del coste. También sacaremos ayudas, de entre 2.000 y 3.000 euros por plaza, para guarderías que se quieran reconvertir en escoletes.

P Es maestra: ¿entiende la preocupación de sus colegas por volver a clase con grupos con muchos alumnos?

R Vuelves y te encuentras una situación nueva y un riesgo cero que no existe, y te haces responsable de unas personitas que no son tus hijos... es normal tener miedo y un poco de inseguridad. En septiembre movilizaremos a 200.000 personas [de mantenerse el escenario A de presencialidad total: ayer se anunció que se estudia pasar al escenario de semipresencialidad].

Pero durante la elaboración de los planes de contingencia nos ha llegado mucha responsabilidad por parte de docentes y equipos directivos, que ante este miedo entienden también que el mundo ha de seguir funcionando: la ONU ya ha advertido de los grandes riesgos de no abrir las escuelas.

Todos sabemos que es una situación difícil y nos preocupa. Es importante hacer un buen acompañamiento, que Inspección esté encima... Insisto en remarcar el gran trabajo hecho por directores y centros, que aún hoy siguen trabajando.

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