Balears cerró el pasado mes de julio, tradicionalmente una de las puntas de la temporada turística, con 71.547 parados, prácticamente el doble que los contabilizados hace un año (el incremento ha sido de un 90%) prueba de que las islas se encuentran entre las comunidades autónomas más duramente golpeadas por la crisis del coronavirus, según reconoció ayer el conseller de Trabajo y Turismo, Iago Negueruela. Pero al mismo tiempo, puso en valor las medidas de protección que se han tomado para reducir este impacto, como los ERTE, lo que ha llevado a que casi un 53% de los desocupados está cobrando alguna prestación o subsidio.

En cualquier caso, no se oculta que el aumento en la cifra de parados respecto al pasado año es demoledor, dato que es tres veces más intenso que el que se ha dado en la segunda autonomía más afectada, como es el caso de Cataluña, con un alza interanual del 30,8%. Como referencia, basta señalar que el aumento medio en españa ha sido del 25,3%.

Hay un aspecto a tener muy en cuenta y que fue especialmente destacado por el conseller Negueruela y por el director general de Empleo, Llorenç Pou: estas cifras hubieran sido mucho peores de no ser por la aplicación de la fórmula de los expedientes de regulación de empleo temporales (ERTE), ya que si el número de desempleados de las islas registrados ha situado su tasa de paro administrativo en el 12,2%, si se incorporaran los que se encuentran en estos momentos en estos ERTE, ésta crecería hasta el 27,1%.

En cualquier caso, la cifra de parados de julio es inferior a la de junio, muestra de la ligera reactivación que se ha dado en la actividad turística.

Pese a ello, el sector que presenta el mayor incremento interanual de desempleados es la hostelería, ya que sus 17.598 desocupados suponen un aumento del 173%. El dato del comercio también es muy negativo: 9.710 parados con un alza del 91,5%.

A ello hay que añadir que los jóvenes son los que se están viendo más afectados (el paro aumenta un 185% entre los menores de 25 años), al igual que el colectivo de los inmigrantes (la subida es casi el 168% entre los extranjeros no comunitarios).

Como se ha indicado, un aspecto que se valoró por parte de los representantes de la Conselleria es que el 52,8% de los desocupados reciben alguna ayuda económica, una tasa que supera el 43,8% de hace un año. En este sentido, el conseller destacó las políticas que el actual Gobierno central ha puesto en marcha y que benefician especialmente a las islas, y las comparó con las que desarrollo el Gobierno del PP durante la crisis anterior, al que acusó de haber optado por facilitar los despidos.

Datos de ocupados

Por lo que respecta a las personas que disponen de un puesto de trabajo en el archipiélago, en julio alcanzaron las 507.973, con una caída del 14,2% respecto al mismo mes de 2019, lo que supone que se han destruido 83.994 puestos de trabajo respecto al pasado verano. De nuevo este desplome balear no es comparable con ninguna otra comunidad autónoma, ya que de nuevo es casi tres veces más intenso de la segunda más afectada, como es Canarias con una bajada del 5,6%.

Este dato implica, en cualquier caso, que hay más personas en activo que junio, en gran parte por la salida de asalariados de los ERTE.

En cuanto a los empleos que se han perdido, nueve de cada diez corresponden a personas con contratos temporales, lo que refleja la vulnerabilidad que implica la precariedad laboral.

Todas estas cifras fueron acogidas con preocupación por parte de las patronales CAEB y PIMEM, que coincidieron a la hora de reivindicar que los ERTE puedan mantenerse hasta el inicio de la próxima temporada turística. Los sindicatos UGT y CC OO reclamaron que se intensifique la protección de los trabajadores.