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Inspección de Trabajo

El fraude laboral se dispara en Mallorca durante la pandemia

Los sindicatos denuncian casos en los que se obliga al empleado a realizar la jornada completa pese a estar en ERTE

La caída de la actividad turística se ve acompañada por una subida de las irregularidades laborales. G. Bosch

Durante los periodos de crisis económica hay empresarios que optan por buscar 'atajos' para mejorar sus resultados y apuestan por saltarse la legislación laboral, disparando los niveles de fraude, una situación que se vivió durante los años 2011, 2012 o 2013 y que se está reproduciendo en estos momentos en Mallorca, según coinciden en denunciar la secretaria de Acción Sindical de UGT en las islas, Ana Landero, y la responsable de Empleo en CCOO-Balears, Yolanda Calvo, con situaciones como tener a empleados cobrando del paro en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) al tiempo que se les exige realizar la jornada completa, en ocasiones aprovechando la opacidad que en esta materia facilita el teletrabajo.

Ambas apuntan en la misma dirección: el fraude laboral se ha disparado durante los últimos meses, con el problema de que la mayoría de los afectados prefieren no denunciar por miedo a las consecuencias que eso podría tener frente a su empresa.

Uno de los casos más comunes está siendo el de exigir al empleado, que tiene su jornada total o parcialmente afectada por un ERTE, que realice el horario completo, o incluso más, limitándose el empresario a compensar la parte del salario que no queda cubierta por la prestación por desempleo. Es decir, el trabajador debe de realizar su jornada completa, pero el empresario solo cubre en ocasiones el 30% del salario, dejando que el resto provenga del dinero público a través de las citadas prestaciones estatales.

En este tipo de fraudes está teniendo un peso notable el teletrabajo, ya que al estar el empleado fuera de la empresa, resulta muy difícil de detectar durante una inspección en el centro de trabajo. "Nos hemos encontrado casos en los que se exige al asalariado que realice toda su jornada desde casa, pero advirtiéndole de que no debe de enviar emails laborales durante las horas en las que está en ERTE y que todas las gestiones deben de ser telefónicas para evitar dejar pruebas", añade Landero. Del mismo modo, se ha llegado a señalar el caso de una gran empresa que durante muchos días alegó una avería en su sistema de control de jornada, periodo que se aprovechó para ampliar el tiempo de trabajo de parte de su plantilla.

Otro fraude que se está comunicando a los sindicatos de forma reincidente es exigir a los empleados que prolonguen su jornada parcial durante un ERTE con el compromiso de que las horas en negro que realicen se les serán restituidas en el futuro. Hay que tener en cuenta que, durante los periodos en los que está en vigor un expediente de regulación temporal, la realización de horas extras está prohibida.

Estas situaciones conviven con aquellas en las que se aplica el ERTE sobre una parte de la plantilla, mientras que es al resto a la que se obliga a prolongar su jornada, en muchos casos sin ningún tipo de compensación, según se apunta desde ambas organizaciones sindicales, comportamiento que ya ha dado pie a alguna protesta.

Déficit de personal

Estos casos, vinculados muchas veces a fórmulas que se han intensificado durante esta crisis, como los ERTE o el teletrabajo, conviven con otros más clásicos y que también se están incrementando, como contratar a menos personal temporal del necesario para hacer frente a las cargas de trabajo y hacer que sea la plantilla estable la que aumente sus horas de trabajo, de nuevo sin las correspondientes compensaciones.

La mayor parte de estos fraudes se cometen en el sector servicios, al ser el más importante dentro de la economía balear y el que se está viendo más duramente afectado por la crisis que ha provocado la covid-19. De nuevo se señala a la restauración y al comercio tradicional como los sectores en los que estas irregularidades se están detectando con mayor frecuencia, en relación a las prolongaciones abusivas de la jornada laboral.

Menos denuncias

"Hay que reclamar decencia y lealtad a los empresarios de las islas, porque algunos se están dedicando a llorar a la Administración mientras explotan y amenazan a sus trabajadores obligándoles a realizar horas extras que no serán compensadas de ninguna manera". Esta afirmación fue lanzada hace pocos días, al valorar los datos de la última encuesta de población activa, por la secretaria de Acción Sindical de UGT en las islas, Ana Landero, como primera señal de lo que está sucediendo durante la temporada turística más atípica que se recuerda.

Esta crítica se lanza ante la impunidad con la que algunos empresarios están cometiendo fraudes laborales en Mallorca, debido a que la mayoría de los empleados se están negando a denunciarlos ante la Inspección de Trabajo.

Recuerdo de la crisis anterior

El hecho de que se haga la consulta a los sindicatos pero luego el empleado se niegue a denunciar el caso ante la Inspección de Trabajo se explica por el miedo. El argumento que da Ana Landero coincide plenamente con el que facilita la secretaria de Empleo de CCOO-Balears, Yolanda Calvo. Ambas subrayan que la anterior crisis de 2008 sigue muy fresca en la memoria de muchas personas, al igual que los malos momentos vividos por aquellos que perdieron su empleo durante esa etapa, y que ahora temen volver a pasar por esa misma experiencia.

Eso lleva al empleado a aceptar el fraude, aun sabiendo que, en el caso de que esté en situación de ERTE, si es descubierto trabajando se arriesga a tener que devolver todas las cantidades que hubiera percibido por el cobro de la prestación por desempleo.

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