La situación provocada por la Covid-19 ha paralizado el mercado de vivienda vacacional en un 25% de las zonas de costa, fundamentalmente Balears, Canarias y Castellón, según el informe Vivienda en Costa 2020 de Tinsa, que indica que la paralización de operaciones ha provocado una congelación en los precios, a la espera de ajustes en los próximos meses.

Durante 2019, los precios de la vivienda vacacional mostraron un ligero incremento en la mayoría de las zonas analizadas por la tasadora, con una tendencia alcista que la crisis del coronavirus ha interrumpido. La previsión actual es de un ajuste retardado y de intensidad moderada, pero con gran diferencia de descuentos en precio por zonas, según las necesidades de liquidez de los propietarios, sean estos particulares o grandes tenedores, y la afectación de la crisis al perfil de demanda al que está dirigido el inmueble.

El informe recoge que el stock heredado de la crisis anterior se ha ido drenando paulatinamente durante los últimos años y en un 25% de las zonas se estima que no hay excedente. Las ubicaciones con mayor ritmo de absorción se localizan en Balears, Canarias y Málaga. La oferta de vivienda vacacional en España es mayoritariamente de producto de segunda mano, con un 79,2%, frente a un 8,3% de las zonas donde se apunta que la obra nueva es la predominante (Mallorca y Gran Canaria).