P Vicepresidenta primera de El Pi, es decir, formará el tandem de liderazgo con Amengual.
R Es un equipo. Amengual siempre dice que teníamos un hombre orquesta, Jaume Font, que podía tocar todos los instrumentos. Ahora hemos montado una orquesta y cada uno deberá ser responsable de su area. Yo me encargaré de relaciones externas. Será una Ejecutiva muy variada
P Josep Melià continúa en la Ejecutiva.
R Estará en la Ejecutiva de Mallorca formada por 31 miembros, al igual que Xisca Mora, pero no de la permanente (el nucleo duro de la dirección), es decir, no tendrán cargo. Es un El Pi nuevo. La esencia es la misma, un partido de centro, autonomista y balearista, defensor de lo nuestro. No somos independentistas, que es algo que se tiene que superar. Había gente confundida con eso y el que crea que el Pi es independentista se equivoca de partido.
P ¿La presencia de Melià en la Ejecutiva, aunque no ocupe un cargo, no puede provocar dudas respecto a que en la práctica sea el que lleve las riendas?
R No. Después de la gran crisis por el enfrentamiento entre Font y Melià, Amengual habló con los dos para ver si les parecía bien que él intentara coser el proyecto y los dos le dijeron que adelante. Yo también tengo su apoyo. El partido lo liderará Amengual y su equipo, del que formo parte y en el que hay gente que procede de las dos sensibilidades. Creo que podremos hacer un Pi con mirada de futuro.
P ¿Se han curado las heridas por la marcha de Jaume Font?
R Desde su marcha el 3 de marzo hemos estado con reuniones intentando hacer concesiones y renuncias para conformar un equipo cohesionado. Hay gente que dice que El Pi está muerto. No lo está. Creo que hay que darnos un voto de confianza, que no significa carta blanca. La gente de El Pi estaba acostumbrada a estar dirigidos desde arriba y ahora la pregunta es qué puedo hacer yo por El Pi. Tiene que ser un trabajo entre todos, con un liderazgo corporativo en el que todos han de aportar. También potenciar Menorca y Eivissa y llegar a Formentera, además de fortalecer Palma.
P Con los desmarques de Més per Menorca, El Pi se sitúa en el escenario perfecto para ser necesario para el Govern
R Nos lo planteamos de otra manera. El objetivo no es estar en el Govern. Apoyamos aquello en lo que creemos y hemos apoyado iniciativas del PP, de PSIB... En los últimos meses, con esta pandemia, nos parece una cuestión de responsabilidad hacer una política constructiva. ¿Que estamos cerca del Govern? Es que gobierna.
P ¿Están cómodos con su capacidad de influencia?
R Nos sentiríamos cómodos gobernando, que será posible dentro de tres años, aunque no con mayoría absoluta, o no lo creo.
P ¿Y con quienes pactarían?
R Jamas con Vox y Podemos. Para mi no son iguales y desde luego con Vox no pactaríamos de ningún modo, pero el partido siempre ha dicho que pactos ni con Vox ni con Podemos.
P ¿La situación por el coronavirus ha hecho que cambie el planteamiento de política económica de El Pi?
R Planteamos la diversificación económica, que no se podrá hacer en dos días pero no podemos tener todos los huevos en la misma cesta. Hay que empezar a plantearnos I+D+I, impulso al sector primario y al producto local. Diversificar implica una política transversal. Además, el feminismo no es patrimonio de Podemos o la sostenibilidad patrimonio del PSIB.
P El Pi no apoyó el decreto territorial del Govern, pero sí el de reactivación económica.
R El decreto territorial deja lo de protección del territorio en el titular. Al final el marrón se lo comen los ayuntamientos, ya que invaden competencias. Lo peor es que es un cambio de cromos. Como no había acuerdo con Més para el plan de reactivación económica, hacemos esto para contentarlo. No es un tema urgente que exija una aprobación urgente por decreto, como sí lo era el de reactivación económica.
P Su momento más tenso con Armengol se produjo por sus bromas por el plan piloto de recuperación del turismo, al interpretar la presidenta que se reía de los trabajadores. ¿Le sorprendió?
R Llegó enfadada a la pregunta, después de un pleno muy tenso en el que Vox y Ciudadanos le habían acusado de cosas indignas. Hice una broma blanca, pero aclarando el apoyo al plan piloto, y no era una burla a los trabajadores. En los pasillos del Parlament se disculpó. La comprendo, no pasa nada, está sobrepasada. Lleva tres meses trabajando sin parar.
P ¿Que nota le pondría a la gestión del Govern en esta pandemia?
R Lo ha hecho mil veces mejor que Madrid. El mando único era necesario, pero a Balears le ha perjudicado. Tenían que haber escuchado más a Armengol.
P ¿Ve a Jaume Font poniendo orden si el partido no camina como a él le gusta?
R No. Es muy discreto. Solo da consejos si se lo piden. Quiere al partido que fundó. Es cierto que es un animal político y no se lo que pasará en el futuro.
P ¿Y usted se ve a sí misma como un animal político?
R Empiezo a verme. Estoy cambiando la piel, como una especie de metamorfosis.
P ¿Así que cambiará su descripción en Twitter declarándose enamorada de Lobezno y Anthony Hopkins?
R (Risas) Sigo enamorada de los dos, y sobre todo de mis hijos. No había caído en que Hannibal Lecter y Lobezno, como cambio de piel, da que pensar.
