La crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha afectado a todos los estamentos de la sociedad, a los pequeños y grandes empresarios, a los asalariados, al turismo, a las bolsas, al PIB de los países, a la estabilidad de los gobiernos, a la forma de viajar, a la educación, a los Juegos Olímpicos, a la industria del espectáculo y a un etcétera inabarcable.
Sin embargo, existe una variable económica que, en Mallorca, ni se ha inmutado, que se ha limitado simplemente a mirar de reojo al Covid-19. Y esa variable son los precios de las viviendas de lujo. No sólo es que no hayan bajado en medio de tantas turbulencias económicas.
1,8 millones de euros
Lo llamativo es que Mallorca se sigue presentado como un oasis inmobiliario para los sectores más pudientes, donde los precios de comercialización han subido incluso este año. Así lo revela un estudio posCovid-19 presentado ayer por la compañía inmobiliaria especializada en inmuebles de alto standing Engel&Völkers, que ha cifrado el aumento de ese precio de comercialización en la isla en un 12,5 por ciento respecto al año pasado: de 1,6 millones a 1,8 millones de euros.
Una situación que contrasta con la realidad de las grandes ciudadaes españolas como Madrid, Barcelona y Valencia, que "han sufrido descensos de precios de hasta el 10%", tal y como concluye el mencionado informe.
En Madrid, por ejemplo, la horquilla fluctúa ahora en función del distrito entre 2.400 y 10.000 euros por metro cuadrado, un tope que, antes de la crisis, se superaba en las zonas más exclusivas de la capital. En Barcelona, por su parte, se han registrado descensos de entre el 5 y el 8% en áreas como Gràcia o el Eixample.
En el caso de Mallorca el tirón que representa la demanda extranjera supone un factor clave en la consolidación de este oasis inmobiliario.
Tipología de casas
"En la isla los clientes internacionales se sienten atraídos por grandes fincas aisladas con amplios jardines, piscina privada y vistas a la Serra de Tramuntana, además de [sentirse atraídos] por las residencias de nueva construcción", puede leerse en la radiografía elaborada por Engel&Völkers.
Se registra también una estabilidad de precios en Eivissa, foco de atracción igualmente para la clientela internacional, así como en Menorca, donde franceses y alemanes destacan en el mercado premium, con grandes fincas de hasta 3,5 millones de euros.
Una realidad parecida se da en la Costa del Sol y en otros puntos de la costa mediterránea, donde se prevé que el precio de la vivienda cierre este año con pocas variaciones respecto a 2019.
En el escenario definido por el Covid-19, lo que sí ha sido la nota predominante en todos los territorios es que la demanda se ha centrado sobremanera en propiedad "más amplias, luminosas y con espacios exteriores, como jardín y piscina, privados" en estos tiempos marcados por los rigores de la pandemia.
Este sector inmobiliario que trabaja sobre todo con clientela extranjera ha tenido que adaptarse a los nuevos tiempos con un cambio en la forma de relacionarse con esa demanda procedente del exterior.
Así, el CEO de la inmobiliaria alemana para España, Portugal y Andorra, Juan-Galo Macià, explica que la tecnología ha contribuido a paliar los problemas logísticos derivados de la imposibilidad de viajar por parte de esos clientes. De esta forma se han realizado tours virtuales de casas y reuniones telemáticas.
