No hay tiempo que perder. Desde que el pasado 14 de marzo se decretara el estado de alarma, la actividad en los gimnasios y centros deportivos de la isla estaba prácticamente parada. Ahora son los gigantes del fitness en Mallorca los que retoman sus viejos hábitos a la espera de que la fase 3 normalice prácticamente su labor. Por su parte, la mayoría de pequeños clubes de barrio se resisten todavía a afrontar una reapertura que, dadas las exigencias del Gobierno, "resulta inviable para el negocio".
Aunque hace ya varias semanas que se flexibilizó la posibilidad de hacer ejercicio en instalaciones deportivas y con un entrenador personal, fue ayer cuando los grandes centros de la isla dieron luz verde a su actividad. Illes Centres de Wellness o Profitness, del tenista Carlos Moyá, han sido algunos de los más madrugadores. Las indicaciones del ministro de Sanidad, Salvador Illa, en las que aseguraba que "los gimnasios son unas instalaciones que requieren una especial atención", no han impedido que varios de los gigantes del negocio hayan retomado su actividad, no sin numerosas restricciones y con un aforo limitado al 30%.
Illes abrió ayer sus seis clubes, con la novedad de incorporar por fin las clases dirigidas con instructor. Pese a que no se permite el uso de duchas o vestuarios, la sala de fitness, la piscina a nado libre, el spa o las clases virtuales y presenciales de Les Mills o cycling son ya algunos de los grandes reclamos para unos usuarios ávidos de retomar sus rutinas físicas. La cita previa es obligatoria para todas ellas, así como unas fuertes medidas de higiene y seguridad.
"Los socios deben intentar ir vestidos con la ropa deportiva desde casa, mantener las distancias de dos metros, tanto en el exterior como en el interior de las instalaciones, usar siempre la mascarilla en los movimientos que se realicen en el gimnasio, lavarse las manos antes de empezar los ejercicios, higienizar el equipo después de su uso y respetar la señalización para moverse en el interior del centro", señalan desde sus centros.
Profitness, por su parte, abría también sus puertas ayer bajo un fuerte protocolo. Solo para entrar en sus instalaciones, los socios debían medir su temperatura y realizar un breve test de situación del usuario. La desinfección y la limpieza del club es constante y durante esta primera semana tienen restringidas las actividades dirigidas presenciales.
El gimnasio JoelFitness, situado en el centro de Palma, comunicó su reapertura el pasado 27 de mayo, centrando su actividad en clases dirigidas al aire libre. Valeria Pilotto, directora del centro, se mostraba ayer inquieta con la respuesta de los abonados. "Existe un temor y eso ha provocado que muchos usuarios se hayan dado por ahora de baja. Eso se junta con el hecho de que llegado casi el verano muchos socios hacen un parón en su actividad física y muchos otros no tienen a quién dejar a sus hijos al no haber colegios", señalaba. "Nosotros hemos implementado las actividades al aire libre y han tenido una buena acogida. El colegio Luis Vives nos ha cedido su patio para poder dirigir clases en el exterior, así que por esa parte estamos bastante contentos", indicaba.
Otros grandes centros de la isla ultiman su puesta a punto antes del regreso a la actividad. Los centros VivaGym, en Son Fuster y Santa Catalina, tienen prevista su reapertura para el próximo 12 de junio. Por su parte Megaesport, quien tuvo que cerrar su gimnasio en mayo de 2018 por problemas de licencias con el Ayuntamiento, ya ofrece una preinscripción online y tiene prevista su reinauguración el próximo 1 de julio.
Deportes de combate
Quienes todavía no encuentran motivos suficientes para abrir sus puertas son los pequeños gimnasios de barrio. Un problema que se acrecienta más si cabe si centran su actividad en el deporte de combate. "Hasta el 1 de julio no tenemos previsto abrir las puertas de nuestro centro", señala Miquel Vilanova, propietario del Gimnasio Dochan. "Nosotros basamos nuestra actividad en el contacto físico, algo que todavía está terminantemente prohibido. Abrir así no nos sale a cuenta", indica.
No será hasta que Mallorca entre en la fase 3 de la desescalada, prevista para el próximo 8 de junio, cuando los gimnasios podrán ampliar realmente su actividad y regresar a esa ansiada 'nueva normalidad'. La última orden ministerial es clara al respecto: "Los centros deportivos de las regiones que accedan a esa fase podrán operar sin cita previa, con un 50% del aforo en lugar de un 30, ofreciendo clases dirigidas de hasta 20 participantes y sin tener que contar con un entrenador por cada abonado".
