Investigadores de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) han desarrollado un método para medir la proliferación de alga en aguas costeras, con la intención de poder controlar y mitigar este fenómeno que puede afectar a la calidad del agua de las playas y la percepción que se tiene de ellas.

El fenómeno de proliferación de algas es cada vez más frecuente en las aguas mediterráneas debido al calentamiento global y el uso intensivo de las zonas costeras, detalló la UIB. A simple vista, este fenómeno se caracteriza por hacer cambiar la coloración del agua, por lo que en general se percibe como una muestra de baja calidad del agua, lo cual puede tener un impacto económico enorme en las zonas turísticas, pero además, en algunos casos puede ser perjudicial para los ecosistemas.

A partir de los análisis exhaustivos de las diferentes especies químicas y de los nutrientes presentes en el agua de dos calas de Mallorca, los investigadores han conseguido elaborar un modelo en el que han definido la concentración de clorofila como un parámetro clave que se debe monitorizar para detectar la proliferación de alga.