La principal derrama de las comunidades de vecinos con la aplicación de las medidas de higiene y seguridad por el coronavirus se producirá en el mantenimiento de las piscinas. El coste del mantenimiento ascenderá a 14.000 o 15.000 euros más de lo que se paga ahora, lo que supondrá un enorme esfuerzo económico para las familias que, de una u otra manera, hayan visto reducidos sus ingresos por la situación de la pandemia. Así, por ejemplo, la limpieza de una piscina, tres diarias, en una comunidad de unos 150 vecinos puede ascender a unos cien euros diarios, 300 al mes y nueve mil euros en tres meses, una cantidad que más de uno no podrá asumir, uno de los aspectos que provocará el aumento de la morosidad en los próximos meses, cuando se haga un primer balance.
Pese a este elevado gasto, las piscinas abrirán en su mayoría "porque los vecinos quieren emplearlas", señala el presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Balears. "Hay que tener en cuenta que los niños no van al colegio y que hace mucho calor", concluye Bonet que, pese a todo, considera normal que las comunidades de vecinos quieran hacer uso de un bien común.
