El Ayuntamiento de Palma abrirá las playas en la fase dos de desescalada sin más medidas de seguridad que las de mantener la distancia y apelando a la responsabilidad ciudadana. La ciudad irá recuperando más servicios a partir del lunes y se celebrarán bodas civiles con un aforo máximo del 30%. También reabrirán piscinas públicas, aunque se deberá pedir cita previa. La Policía Local, los socorristas y los informadores se encargarán de vigilar que los ciudadanos respeten la distancia entre grupos en las playas palmesanas, ha anunciado este viernes el alcalde de la ciudad, José Hila, en previsión de que a partir del lunes se entre en fase dos de desescalada.

En los 8 kilómetros que suman las cinco playas, Cala Major, Can Pere Antoni, Ciutat Jardí, Cala Estància y Platja de Palma, el Ayuntamiento no delimitará espacios ni pondrá otro tipo de marcas. "La norma es muy clara, todo el mundo la conoce", reiteró Hila durante la rueda de prensa, en la que recordóque hay que mantener dos metros de distancia entre grupos de personas, llevar mascarilla y lavarse las manos. Hila también ha apelado a la prudencia de los ciudadanos y les ha recomendado no ir el primer día en que se permitirá el baño. "Sería muy triste acabar poniendo multas a la gente que va a la playa", añadió el alcalde. Los distintos departamentos del Ayuntamiento incrementarán sus servicios. Emaya abrirá los dos parques verdes, el de Son Castelló y Sant Jordi, en su horario habitual, y retoma la recogida de trastos.