Eric Hervás escribe el menú de la semana en el grupo de wasap que ha creado con los vecinos de Cala Major que le ayudan y ellos le traen la materia prima necesaria y otras delicias, como las tartas y magdalenas de Simona.

En 15 días, el cocinero del restaurante Anchorage y la cafetería Porto Zulema (negocios regentados por su hermano y su padre, respectivamente) ha dado de comer gratis a más de 200 residentes del barrio. "Son sobre todo parados o empleados con un ERTE, y bastantes personas mayores cuya paga es muy reducida", como describe a sus comensales.

Se inspiró en iniciativas solidarias similares y lo hace porque "esta crisis nos ha afectado a todos y tenemos que apoyarnos, en especial entre amigos y conocidos". Los primeros días aprovechó los fondos de los platos preparados por él y su hermano para el inicio de la temporada en el restaurante y, como se acabaron rápido, varios vecinos le están echando una mano.

Una veintena de personas acuden cada día a la entrada de Porto Zulema, donde reparte la comida; y si sobra, Eric se la lleva a un grupo de indigentes del entorno de la plaza Gomila. Pescado, potaje, pasta y otros platos calientes, así como pan y fruta, para que los vecinos más necesitados de Cala Major se alimenten bien con el "granito de arena" puesto por los Hervás en esta crisis del coronavirus.

Eric empezó la semana "desmotivado", porque el confinamiento mina al más entusiasta, pero una vecina que colabora con la iniciativa le recordó ayer la buena labor que realiza y ahora encara la recta final hasta la reapertura del bar situado en Joan Miró con una gran satisfacción.