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El desconfinamiento huele a café

Varios locales y bares de Palma ofrecen su servicio de 'take-away' en busca de recuperar un hábito prohibido hasta el pasado lunes

En algunas, muy pocas, calles de Palma, el olor de lejía y alcohol ha dado paso al aroma de café. Viandantes pasean con sus vasos acartonados convirtiéndose en la envidia de todo aquel amante de este preciado brebaje. La fase 0 de la desescalada ha reanudado, a cuentagotas, la actividad cafetera de la isla. Pese a que las terrazas de los bares siguen cerradas, al menos hasta el próximo día 11, muchos son ya los palmesanos que han podido aparcar las cápsulas en sus casas, para volver a disfrutar de una buena dosis de cafeína de máquina de su establecimiento de confianza.

"La verdad es que nos ha sorprendido la gran acogida que hemos tenido en estos dos primeros días de actividad tras el confinamiento". Joanaina Rosselló y Albert Comas, anfitriones del Cafè Riutort, en la calle del Carmen, atienden un incesante goteo de clientes a lo largo de la mañana. "Estamos trabajando sin empleados, que siguen con el ERTE, así que limitamos la apertura solo a la franja matinal, al menos a lo largo de esta semana, pero estamos contentos con la respuesta del cliente y ellos también agradecen poder volver a tomar café de máquina después de tantos días", explican.

Desde que el pasado día 4 la vuelta a la 'nueva normalidad' permitiera a bares y restaurantes servir pedidos para llevar, pocos son los comerciantes osados que se han atrevido a volver a la actividad. En muchas ocasiones muchos de estos establecimientos no están preparados para el servicio de 'take- away' o para adaptarse a las exigencias impuestas en esta primera fase del desconfinamiento.

"Nosotros tenemos suerte porque ya teníamos este servicio de recogida para los clientes, por lo que solo nos hemos tenido que amoldar a las requisitos higiénicos", explica Joanaina al otro lado del improvisado mostrador que han montado para la ocasión. "El cliente es muy agradecido y nos da la sensación que muchas veces nos piden café para reactivar el negocio después de todo lo que nos ha tocado vivir. La verdad que cuando se nota más afluencia de gente es hacia la diez de la mañana, cuando muchos deportistas están a punto de acabar sus rutinas y pasan por la cafetería para tomarse algo de camino a sus casas", reconoce.

A solo cien metros de dicho establecimiento, algunos paseantes hacen cola a las puertas de las Ramblas Cafe-Lunch. Esta pastelería ha adaptado su carta para promover el servicio a domicilio, al menos, mientras siga vigente el estado de alarma. Gustavo Cipriani y Gabriela Majauskas regentan el negocio. "Nosotros llevamos abiertos desde el pasado Viernes Santo. Al ser también una panadería, no hemos tenido que esperar a la fase 0 para poder vender nuestros productos y, pese a que ha habido una gran bajada de clientela, son ya muchos los asiduos que se acercan a recoger su café en nuestro puesto todas las mañanas", aseguran. "Yo no podría vivir sin ellos", corrobora un vecino de la zona que ha bajado de su casa para conseguir su dosis de cafeína diaria.

La mayoría de los bares y restaurantes esperarán hasta la tercera fase de la desescalada, prevista para junio, para retomar la actividad. Descartan hacerlo en la primera, a partir del próximo lunes, pese a que el Gobierno haya ampliado el aforo previsto de las terrazas exteriores del 30% al 50%, pues temen que abrir sus locales no salga todavía a cuenta.

Denuncian desinformación

"Yo tan siquiera me he planteado la reapertura de mi negocio en esta fase 0", reconoce Mateu Cirer, dueño de Robin Wood Factory en la calle Fábrica de Santa Catalina, "pero sí espero retomar la actividad a partir del próximo lunes". El desconcierto y la desinformación rodean a muchos de estos pequeños negocios. "Echamos en falta que alguien nos marque la ruta, pero si no arriesgamos nosotros, aquí nadie nos va a echar una mano", sentencia. "No puedo tener el negocio más tiempo parado, así que con el servicio de 'take-away' y la pequeña terraza de mi local, espero sacar rédito de la apertura en la primera fase de la desescalada", asegura el joven empresario.

La Molienda, en la calle Bisbe Campins, el Cafè Bella Juanita en Paraires o Fibonacci, frente al Mercat de Santa Catalina, son solo algunos de los locales que desde este lunes también ofrecen su servicio de 'take-away' a los más cafeteros y llenan de un agradable olor y sabor las calles de Palma.

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