Son Espases dispone de 32 camas de UCI (lo más correcto es llamarles boxes porque en realidad son habitáculos acristalados con una cama monitorizada, rodeada de tecnología sanitaria) divididas en cuatro unidades de 8 camas cada una y de otras 4 para cuidados intermedios que son usadas para acoger pacientes críticos en caso de necesidad.

"La suerte que hemos tenido aquí, aparte de ser una isla que hemos podido cerrar a la llegada de mas personas, es que el virus nos ha llegado dos semanas más tarde. Hemos podido ver en Madrid y Cataluña lo que se nos venía encima y prepararnos", explica Julio Velasco, jefe del servicio de Cuidados Intensivos del hospital de referencia.

Por eso, en el espacio que ocupaban las cuatro camas de intermedios se buscó hueco para otras dos. En otra zona aledaña sin estrenar se han habilitado otras seis camas perfectamente equipadas para atender a pacientes críticos con lo que, de golpe y porrazo, la unidad de críticos de Son Espases.

"Como en la zona de hospitalización, en la UCI también nos interesaba tener agrupados a los pacientes Covid para evitar riesgos de infecciones y hemos ido abriendo unidades en función de las necesidades", apunta Maria Riera, jefa de sección, segunda en el servicio y mano derecha del doctor Velasco.

De ahí que los pacientes más afectados por el nuevo virus fueron ocupando paulatinamente la primera unidad de seis camas de cuidados intermedios, luego la segunda para continuar con la primera de 8 camas ya de la UCI propiamente dicha.

"Queríamos mantener al menos una unidad de ocho plazas para otros pacientes críticos no Covid y lo hemos hecho. Pero nos hemos dado cuenta que han disminuido mucho los ingresos por otras patologías. No hemos recibido traumas graves ni infartos. Además, se ha ralentizado la llegada de pacientes de cirugía cardiaca, de los que cada año recibimos unos quinientos, porque ahora solo se operan los problemas de corazón muy graves", apunta la doctora Riera con conocimiento de causa porque es la que coordina la unidad de la UCI que acoge a estos pacientes coronarios.

Ahora -este reportaje se realizó el pasado jueves- ha comenzado la "desescalada". A la unidad de 8 camas de UCI reservada para patologías no Covid se le ha sumado otra. Pero los intensivistas se muestran aún muy cautos ante un posible repunte de contagios.