Un estudio conjunto realizado por las consultoras Bain & Company y Ernest & Young calcula que las pérdidas que sufrirá el sector turístico nacional como consecuencia de la crisis del coronavirus, ascenderán a 55.000 millones de euros. Además, también se estima que se verán afectados por erta crisis 680.000 puestos de trabajo y se registrará una pérdida estructural definitiva de 207.000 empleos.

Los expertos en este tipo de análisis señalan que la hostelería representa en la economía nacional entre dos y tres veces un peso superior a otros sectores. A nivel económico supone el 6,2% del PIB pero, pese a su importancia económica, es una industria especialmente frágil ante ciclos económicos negativos.

Ante esta situación que se avecina el estudio de estas dos firmas profesionales anuncia que los efectos de la pandemia se traducirán en una espectacular caída de la facturación anual en el sector hostelero, de alrededor del 40%, que en cifras supone unos 55.000 millones de euros.

Esta situación de crisis que afronta el sector, según estos expertos, precisa urgentes ayudas de apoyo ante la evidente falta de liquidez que sufren en estos momentos las empresas hoteleras. Se precisa una línea de financiación urgente solo para cubrir los gastos fijos operativos durante el tiempo que dure la crisis, que rondan entre los 6.000 a 16.000 millones de euros.

El informe advierte también que en esta crisis no solo la sufría el sector turístico, sino que se traduciría en la economía nacional, tanto en los niveles de empleo, como en las cuentas públicas, que dejarían de cobrar los impuestos que genera esta actividad. Solo en la recaudación de IVA se calcula un descenso de 5.000 millones de euros, a lo que hay que añadir otros 3.500 millones de gastos sociales por las personas que pierden su empleo.

Para llegar a estas conclusiones tan pesimistas los autores del informe detallan cuáles son las principales causas de la vulnerabilidad del sector de la hostelería. Así, se explica que es un sector especialmente fracturado y que tiene muchos pequeños negocios que viven del turismo. En España se contabilizan 314.000 empresas y el 70% de los negocios corresponde a autónomos y a sociedades de menos de tres empleados

Estas empresa trabajan con márgenes muy bajos. Cita el ejemplo de la restauración, cuyo porcentaje de beneficio es solo del seis por ciento.

El estudio también incide en que la restauración y el alojamiento están sufriendo una mayor exposición a los ciclos económicos. Los niveles de capitalización de estas empresas son muy bajos y es un sector que tiene poca liquidez. Ante este panorama de crisis se calcula que solo la mitad de negocios turísticos en España podría aguantar únicamente un mes, al tener que hacer frente a los gastos fijos, por lo que precisará financiación, tanto externa o recurriendo a los ahorros.

Si bien todavía no se sabe el tiempo que durará el confinamiento y la gran incertidumbre que genera esta situación, los expertos de las dos consultoras relatan que el impacto en el sector turístico se desarrollará en cuatro fases.

La primera se refiere al confinamiento, que supone un cese de toda actividad y, por tanto, sin ingresos. La siguiente será la apertura restringida. Será una fase de recuperación lenta de la actividad con el levantamiento gradual de las restricciones. La tercera fase que tendrá que afrontar el sector será la transición. Los negocios se abrirán sin restricciones, pero también habrá una demanda inicial muy limitada por el miedo al contagio y por la disminución del turismo. La última fase supondrá un cambio estructural, que llevará a la recuperación de un nivel de actividad más próximo al del período anterior a la crisis, pero con el efecto de una menor demanda y cambios de hábitos.