Cinco buques mercantes con yates de recreo en su interior han llegado al puerto de Palma desde que el Gobierno decretó el estado de alarma. El lunes está prevista la arribada de otro barco de este tipo con más embarcaciones de ocio que serán descargadas en la capital balear. Pese a que estas mercancías no son un servicio esencial, el Real Decreto del 14 de marzo para contener la pandemia del Covid-19 "contempla el mantenimiento de las transacciones mercantiles internacionales", tal como explicaron ayer fuentes de la Autoridad Portuaria.

Los mercantes con los yates atracaron en el puerto el domingo 22 y lunes 23 de marzo (llegó uno cada día), el viernes 3 de abril (arribaron dos) y el sábado 4, que atracó otro. La única autorización que tienen es para descargar los vehículos náuticos. La tripulación de cada uno debe trasladarlos a sus respectivas marinas, donde tengan contratado el amarre. Y si no son residentes en Mallorca, se tienen que quedar alojados en los yates donde trabajan.

La llegada de embarcaciones de recreo a bordo de mercantes es una práctica en auge en el puerto de Palma en los últimos años y se produce cada primavera, tanto procedentes del Caribe como del Norte de Europa, mientras que en otoño se marchan. Los armadores optan cada vez más por trasladar en seco sus embarcaciones para evitar tener que cruzar el océano Atlántico, ya que puede conllevar múltiples problemas en caso de que la meteorología sea adversa y para no desgastar el yate.

Palma se ha convertido en un puerto intermedio de transporte y descarga de yates, debido a que no todas estas embarcaciones se acaban quedando aquí, sino que algunas se marchan a diferentes destinos del Mediterráneo. Sin embargo, con la clausura de todos los puertos hasta que finalice el estado de alarma, no se pueden mover de las marinas en las que se encuentran actualmente.

Los barcos que han llegado en las dos últimas semanas, desde el día 22, han sido transportados principalmente en la cubierta de mercantes convencionales, pero los que vinieron el pasado sábado lo hicieron en el Yacht Express, un buque de 208 metros de eslora, bandera holandesa, que solo lleva yates y que se caracteriza sobre todo por ser semisumergible, lo que posibilita que dichos barcos de recreo salgan navegando del mercante que los ha traído.

Por otra parte, en el ámbito náutico, desde ayer las banderas de los clubes de Balears ondean a media asta en señal de luto por las víctimas mortales de la pandemia del coronavirus. Lo harán hasta que acabe el estado de alarma.