La orden del Govern que establece nuevas condiciones logísticas e higiénicas para celebrar mercados semanales de alimentos al aire libre puede suponer que, en la práctica, muchos municipios -sobre todo los más pequeños- renuncien a organizarlos. Así lo consideró ayer el presidente de la Federació d'Entitats Locals de Balears (Felib), Toni Salas, a la hora de opinar sobre la instrucción fijada por la conselleria de Transición Energética a propuesta de la conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación, sobre la organización de estas instalaciones.

Los mercados municipales no permanentes ya estuvieron en el punto de mira de las autoridades en el inicio de la crisis del Covid-19, y se restringió su actividad de tal manera que sólo pudiesen ofrecer productos alimentarios. Ahora, con esta nueva orden autonómica, se avanza en la regulación y se establece que los mercados callejeros de alimentos deberán trasladar su ubicación a instalaciones deportivas actualmente cerradas.

Tanto en estos casos de instalaciones temporales como en los mercados cubiertos fijos la Policía deberá vigilar que no se produzcan aglomeraciones. Además, cada puesto tendrá que contar con un bote de gel desinfectante y deberá disponer de agua corriente o un depósito de agua para poder limpiarse las manos con jabón con toallas de un solo uso.

Además, se deberán marcar con cinta adhesiva los dos metros de separación que debe haber entre la clientela y el puesto para que el contacto sea mínimo.

Logística complicada

"La directiva de la conselleria de Agricultura nos pide que estén en recintos cerrados y que la Policía controle que no haya aglomeración y que se respete la distancia... La logística puede ser complicada. Si hay que trasladarlo a un polideportivo o un recinto cerrado, esto puede implicar que los puestos de venta ya no estén en el centro y que los clientes tengan que desplazarse más. Esto lo puede complicar mucho, sobre todo en pueblos pequeños que no tienen tanto margen de maniobra", argumentó Salas.

Las nuevas instrucciones del Ejecutivo autonómico fueron criticadas por El Pi, que, en un comunicado, las calificó de "despropósito". La formación regionalista recordó que se habla mucho de promocionar el producto local, pero, dijo, después se adoptan medidas como éstas que hacen inviable la celebración de estos mercados temporales.

Los alcaldes de El Pi suscribieron esta postura y advirtieron al Govern de que, si no reciben ayuda logística para cumplir con estas normas, se verán obligados a suspender los mercados.