El Gobierno central aprobó ayer la distribución por comunidades autónomas del Fondo Social Extraordinario que se dotó con 300 millones de euros para reforzar las políticas sociales y de atención a las familias, especialmente a los más vulnerables, como mayores, dependientes, personas sin hogar o familias monoparentales. A Balears le corresponden 7,5 millones de euros. "Los recursos del fondo serán solo para hacer frente a las situaciones derivadas del COVID-19", subrayó la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

El archipiélago también se beneficiará de más de 600.000 euros en ayudas para garantizar el derecho básico de alimentación de niños y niñas en situación de vulnerabilidad que se encuentran afectados por el cierre de los centros educativos a causa del coronavirus. Estas ayudas se prolongarán mientras permanezcan clausurados los centros educativos, sin perjuicio de su revisión en función de la duración de esta circunstancia. Cabe destacar que estas ayudas podrán consistir en transferencias económicas directas o la prestación directa de distribución de alimentos. Serán beneficiarias las familias con alumnado desde educación infantil hasta secundaria.