Los hipotecados de Balears que hayan sido víctimas del derrumbe económico provocado por la emergencia sanitaria pueden solicitar desde ayer acogerse a la moratoria que les eximirá de pagar las cuotas temporalmente.
La iniciativa, una de las de mayor calado que figuran en el decreto ley que aprobó el Gobierno para paliar los efectos de la alerta sanitaria, ha sido recibida con algunas críticas. Algunos profesionales la ven demasiado restrictiva y, además, critican que los interesados van a toparse con demasiadas cargas burocráticas.
"Para demostrar tu situación de vulnerabilidad económica te exigen presentar una documentación excesiva que en la situación en la que estamos no es nada fácil conseguir. Lo que nosotros pedimos es que el usuario pueda disfrutar ya de esa moratoriaen el pago de la hipoteca y cuando sea posible justificar su situación de necesidad", reclamó ayer Víctor Cornell, abogado de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) en Balears.
"Si nos piden confinamiento, por sentido común deberían permitir presentar la documentación cuando se haya terminado la emergencia", añadió.
Quienes deseen acogerse a la moratoria deberán demostrar una pérdida de ingresos de al menos un 40%. La medida solo afecta a la vivienda habitual -se excluyen segundas residencias-y el interesado debe justificar que tanto el pago del préstamo como los gastos suponen al menos un 35% de sus ingresos brutos.