Los cuerpos policiales de Mallorca han organizado un sistema de turnos no coincidentes para evitar el contagio masivo de sus plantillas. En todos los casos se responde a directrices nacionales que prevén una separación al menos en dos mitades de los funcionarios de servicio, que no puedan coincidir, de manera que si se produce una cascada de contagios del coronavirus haya una parte que quede operativa.

Fuentes de la Policía Nacional explican que, en su caso, la distribución por turnos afecta especialmente a la Brigada de Seguridad Ciudadana, que está llevando el peso de los controles para asegurar el confinamiento ciudadano, en un intento de frenar la pandemia. Esta brigada se divide en una serie de grupos: el Grupo de Atención al Ciudadano (GAC), el Grupo Operativo de Respuesta (GOR), las Unidades de Prevención y Reacción (UPR), y las Unidades de Conducciones y Traslados.

El objetivo es que los agentes que integran los diferentes grupos no coincidan nunca, estableciendo así una suerte de cortafuegos para que un contagio masivo no pase de un grupo a otro. El jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana, Fernando Corchero, y el comisario José Antonio Puebla, han diseñado un sistema de turnos para que los distintos grupos no coincidan en franjas horarias, pero además tampoco parten de las mismas sedes. Los GOR parten del edificio de Comisaría Oeste, los equipos de Conducciones salen de la Jefatura, los GAC del edificio del Polígono de Son Castelló y las UPR del puerto de Palma.

Esta estrategia se extiende al resto de la plantilla de la Policía Nacional, con el objetivo de separar a los funcionarios para evitar un contagio masivo y garantizar el servicio. El plan establece también que, en el caso de que se produjeran bajas masivas entre los agentes de Seguridad Ciudadana, el personal del resto de las brigadas -Extranjería, Información y Policía Judicial- pasaría a realizar las funciones de orden público.

Este plan pretende que se puedan cubrir todas las posibles bajas por el coronavirus sin afectar al servicio, y está previsto que se extienda hasta pasada Semana Santa, bastante después del final del actual estado de alarma decretado por Gobierno.

La misma estrategia se está llevando a cabo en la Guardia Civil, donde la plantilla ha sido dividida en varias partes, con indicaciones expresas de que no coincidan de ninguna manera. Mientras una parte está de servicio, la otra permanece localizable en su casa, con la capacidad de actuar en cuanto se le requiera.

Los responsables de cuerpo han puesto en marcha una sala de crisis, con grupos diferentes que se turnan para dirigir los servicios.

Al igual que en la Policía, el peso de la crisis está recayendo en las patrullas de Seguridad Ciudadana, por lo que se han puesto en marcha directrices para que agentes destinados en otros grupos puedan cubrirles en caso de necesidad.

Fuentes del cuerpo destacaron la gran predisposición con la que ha respondido la plantilla, con muchos guardias que han anulado días de vacaciones.

De igual manera, hoy está previsto que se ponga en marcha la nueva organización de la Policía Local de Palma, que contempla también la división en grupos no coincidentes para evitar los contagios. Estos grupos se turnarán semanalmente. Mientras uno trabaja una semana entera, el otro libra. La estrategia se extiende a al cúpula de la Policía Local, que se ha dividido también en dos equipos, uno dirigido por el intendente jefe, José Luis Carque, y el otro por el comisario Miquel Morey. Cada uno estará apoyado por tres mayores.

Estas medidas han venido acompañadas por desinfecciones masivas de las instalaciones policiales.