La contaminación provocada por el tráfico ha caído cerca de un 75% en Palma solo unos días después de la entrada en vigor del decreto de estado de alarma que ha restringido drásticamente el tránsito de vehículos por carreteras y vías públicas. Los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), un contaminante muy vinculados a los tubos de escape, están tocando suelo.

La estación que mide la calidad del aire ubicada en Foners, una zona de la ciudad que habitualmente soporta una gran concentración de tráfico, marcaba pasadas las 12:00 horas de ayer ocho microgramos por metro cúbico de NO2; la media anual se ha situado estos últimos años en treinta microgramos.

"Es un descenso notable", indicó el director general de Energía y Cambio Climático del Govern, Aitor Urresti. "El lunes estaba en valores similares y hay que tener en cuenta que cerca de esa estación están las Avenidas y una gran circulación de vehículos", destacó este experto.

También en Sant Joan de Déu

A seis kilómetros de distancia y a la misma hora, la estación de Sant Joan de Déu marcaba diez microgramos por metro cúbico de NO2. También este punto de medición ha anotado una media anual de treinta microgramos por metro cúbico en los últimos años.

Del mismo modo, los niveles de dióxido de nitrógeno se han desplomado en el puerto de Palma. Ayer, pasadas las 12:00 horas, el nivel de NO2 estaba en 8,6 microgramos por metro cúbico, según la información que ofrece Autoritat Portuària procedente de sus estaciones de control. Una semana antes, a la misma hora, la cifra ascendía a 39 microgramos por metro cúbicos, cuatro veces más.

Dos contaminantes directamente relacionados con el tráfico marítimo, el azufre y las partículas, también presentaban valores sensiblemente inferiores ayer con respecto al miércoles de la pasada semana, cuando ferrys y cruceros todavía podían atracar en Palma.

Las emisiones también han ido cayendo en el aeropuerto a medida que más aviones se quedaban en tierra, pero Aena rechazó ofrecer datos actualizados de su estación de calidad del aire.

Damià Gomis, director del Laboratorio interdisciplinario de cambio climático de la UIB, es escéptico con un descenso de la contaminación que considera "coyuntural". Este experto recordó que durante los años de la crisis económica "las emisiones también bajaron drásticamente pero cuando empezó la recuperación volvieron a aumentar".

Consumo estable

Por otro lado, el consumo de electricidad se ha mantenido estable en el archipiélago pese a los abruptos cambios de rutina que la población ha tenido que afrontar por la alerta sanitaria. Según datos del Govern, el consumo ayer a mediodía en Balears se cifraba en 640 megavatios, solo veinte menos que justo una semana antes.

"Es un registro muy normal. Es verdad que ha aumentado el consumo de los hogares porque estamos más en casa, pero también ha caído el de muchas empresas, así que la situación está más o menos compensada", subrayó Urresti.

Tampoco Endesa ha detectado variaciones significativas en el gasto medio de sus clientes en Balears. Al mediodía los registros son prácticamente iguales, aunque entre las diez de la mañana y las diez de las noche se producen diferencias de hasta el 20% en el consumo.

La eléctrica recordó ayer a través de una portavoz que mientras dure el estado de alarma "no se cortará la luz a ninguna persona en situación vulnerable", al tiempo que aseguró "el correcto funcionamiento de la red de distribución" durante la crisis.

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