Un hombre de mediana edad fue juzgado hace varios días en Palma por amenazar de muerte a su expareja diciéndole que le iba a pegar un tiro, seguirla en coche y chocar contra ella en varias ocasiones en la zona de Avenidas en febrero de 2017. El sospechoso, que cuenta con antecedentes por malos tratos, también está acusado de romper un espejo retrovisor a la víctima y acosarla personándose en su domicilio y llamándola desde un número de teléfono oculto, pese a una orden de alejamiento que tenía vigente.

El acusado negó de forma tajante todos los cargos en la vista oral. Mientras, la perjudicada se ratificó en su denuncia. Según detalló, fue amedrentada y hostigada al recibir una llamada telefónica y la visita de su excompañero, encapuchado, al que no abrió la puerta de casa. La mujer confirmó que también fue perseguida en coche por parte del encausado, quien le golpeó varias veces en la parte trasera de su vehículo y, al final, le arrancó el retrovisor.

La fiscalía solicitó para el hombre una condena de más de cuatro años de prisión y una multa por los delitos de quebrantamiento de medida cautelar, daños, acoso y amenazas. En este último delito, el ministerio público apreció la circunstancia agravante mixta de parentesco. Además, pidió que se le prohíba acercarse y comunicarse con la víctima durante diez años. Por su parte, el abogado defensor reclamó la libre absolución de su representado al considerar que no habían quedado acreditados los hechos y no había pruebas de cargo contra él. El caso quedó visto para sentencia.

Orden de alejamiento

Los hechos enjuiciados se remontan a finales de 2016 y principios de 2017. Según la fiscalía, el hombre acosaba a su expareja desde finales de 2016, cuando ella le comunicó su deseo de terminar la relación sentimental. Tras una discusión conyugal a primeros de diciembre de 2016, un juzgado de Palma dictó una orden de protección en favor de la mujer en la que prohibía al sospechoso aproximarse y comunicarse con ella.

Pese a esta resolución judicial, el hombre protagonizó varios incidentes en enero y febrero de 2017, que dieron origen a varios procedimientos. El pasado 9 de febrero de 2017 supuestamente llamó por teléfono a su ex. Días después, el 20 de febrero acudió a su domicilio en Palma y llamó de forma insistente al timbre de la puerta. Según la fiscal, la víctima se negó a abrirle y le advirtió de que iba a llamar a la Policía, a lo que el acusado respondió: "Llámalos que tengo una pistola en la guantera y me lío a tiros con ellos".

Por último, el 25 de febrero de 2017, a primera hora de la tarde, el hombre llegó antes de lo previsto a recoger a sus hijos y coincidió con su expareja en Palma. Tras subir los niños a su vehículo, le dijo a la perjudicada: "Ahora sí que te voy a pegar un tiro". Acto seguido, se montó en su automóvil y esperó a que la mujer iniciara la marcha con el suyo. Entonces, durante el trayecto por las inmediaciones de las Avenidas, fue golpeando el coche por la parte trasera aprovechando las paradas en los semáforos y llegó incluso a bajarse y romperle el espejo retrovisor, según manifestó la denunciante.

El encausado negó los hechos en rotundo. Descartó haber perseguido en coche a su ex y haberle arrancado el retrovisor. Según indicó, coincidieron de forma casual en un semáforo de la ciudad.

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