El juez Enrique Morell ha dado un golpe encima de la mesa ante el aluvión de escritos de las defensas de los numerosos imputados en el caso Cursach que piden su recusación, la nulidad parcial o total del sumario o un sinfín de pruebas y diligencias. Morell, en un reciente auto, acusa a algunos investigados de querer retrasar los previsibles juicios orales del caso con "ocurrencias dilatorias".

El magistrado principal del caso Cursach ha respondido con firmeza e ironía a la enésima petición por parte de un investigado de que se aparte del caso Cursach por su amistad con uno de los anteriores instructores, el juez Manuel Penalva.

La Audiencia de Palma ya se ha pronunciado en dos ocasiones en contra de que Morell sea apartado de la macrocausa, al entender que su imparcialidad no se ve comprometida por ser amigo de Penalva o de una inspectora que investigó la trama cuando era miembro de Blanqueo de Capitales.

Dilación indebida

La solicitud de recusación ha sido formulada por Gabriel Torres, uno de los mandos policiales investigados en el caso.

La fiscalía anticorrupción emitió un informe tildando la iniciativa de "dilación indebida", máxime cuando la Audiencia ya se ha pronunciado sobre la ausencia de sombras de imparcialidad en la persona de Enrique Morell.

La fiscalía pidió, en consecuencia, que el incidente de recusación no fuera admitido a trámite, medida que ha adoptado el instructor.

Según el juez, "todas las circunstancias sobre mi imparcialidad que ahora se quieren hacer valer ya se conocían cuando la representación procesal de Antoni Bergas (el exnúmero 3 del Grupo Cursach) formuló su incidente de recusación resuelto por la Audiencia" en diciembre. En consecuencia: no procede admitir otra vez la solicitud para apartarlo.

La defensa de Torres hizo un comentario que ha molestado a Morell, ya que le acusó de dedicar tan solo 24 horas a estudiar los 25.675 folios del caso Cursach y dictar después el auto de procesamiento de 36 personas, en su mayoría agentes de la Policía Local. Esas 24 horas habrían transcurrido desde que la Audiencia rechazó por primera vez la recusación el 11 de diciembre y Morell emitió su auto.

El instructor niega la afirmación y recuerda que asumió el caso Cursach el 12 de julio del 2019 y "han sido, por tanto, 153 días los que he tardado en tomar el conocimiento de la causa necesario para dictar" el auto de procesamiento.

Morell ironiza a continuación con las "ocurrencias dilatorias" de algunas defensas que intentan aplazar lo máximo posible los juicios orales por este caso.

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