El anuncio del Govern balear de querer regular la actividad de las agencias inmobiliarias sigue dando de qué hablar. Para hacerse escuchar, ahora también las agencias especializadas en las viviendas de lujo han unido filas con la creación de la Asociación Balear Inmobiliaria Nacional e Internacional (ABINI). Entre los 14 fundadores se encuentran empresas alemanas como Engel & Völkers, Minkner y Porta Mallorquina así como agencias británicas como First Mallorca y Sotheby's Mallorca y empresas españolas como Inmobiliaria Nova. Aproximadamente un tercio de todas las ventas inmobiliarias en Mallorca y en Baleares se realizan a clientes internacionales y estas agencias controlan una parte considerable del negocio. El Mallorca Zeitung ha hablado con Hans Lenz (43), Director General de Engel & Völkers Mallorca Southwest, impulsor y Presidente de ABINI.
-¿Qué aspectos positivos encuentra en la proyectada regulación?
-Por vez primera todos los representantes de las grandes agencias inmobiliarias dedicadas al mercado internacional se han sentado en una mesa. Ya esto es positivo. También lo son muchas de las medidas previstas por el Govern, como la obligación de contratar un seguro de responsabilidad civil que cubra los errores en el asesoramiento, la obligación de contar con una oficina y una dirección, el registro de todos los agentes inmobiliarios que trabajan aquí, y una comprobación de los conocimientos profesionales. Todo ello cuenta con el pleno apoyo de los miembros fundadores.
-¿Cuáles son las críticas?
-Aún se desconocen los detalles. Por lo tanto, es demasiado pronto para hacer declaraciones al respecto. Sin embargo, podría haber puntos en los que no estemos de acuerdo y que como una nueva asociación abordaríamos en la fase legislativa, por ejemplo en el caso de que se pretenda que los agentes inmobiliarios tengan que presentar exámenes de catalán.
-¿Qué consecuencias tendrá la regulación para los agentes inmobiliarios extranjeros?
-Se acabará, para bien, aquello de crear de la nada una agencia inmobiliaria, en muchas ocasiones virtual, con la esperanza del dinero fácil y rápido. Esto se corresponde con normativas que existen tanto en la Península, por ejemplo en Cataluña, como en Austria o en Italia. Para nuestros miembros, todos ellos empresas organizadas de manera profesional, la regulación es más bien una oportunidad, ya que la imagen pública de nuestra profesión ya no se ve deteriorada por los agentes inmobiliarios que operan únicamente desde sus teléfonos móviles.
-¿Por qué las agencias extranjeras no se integran sencillamente en las asociaciones mallorquinas que ya han estado hablando con el Govern?
-Hasta ahora, ha habido pocos puntos de contacto, ya que el trabajo difiere considerablemente. Comenzando con las regiones: muchas agencias internacionales están más activas en el suroeste de la isla, mientras que las agencias locales más bien se centran en Palma o en el interior de la isla. Sobre todo, hay una gran diferencia respecto al origen de la clientela: unos se preocupan predominantemente de la demanda de segundas residencias, otros de la demanda de primeras viviendas. En el próximo futuro veremos un acercamiento cada vez mayor entre estos mercados y estamos convencidos que la nueva regulación será un catalizador también en este importante aspecto de integración. Como una asociación de nueva creación, de todas formas, buscaremos un buen intercambio con las asociaciones ya existentes, que tienen todo nuestro respeto. Todos los miembros de ABINI llevan décadas de actividad en la isla y están profundamente arraigados en Mallorca.
-¿Quién puede pertenecer a la nueva asociación?
-Los estatutos están aún en fase de elaboración. Pero está claro que habrán de cumplirse todos los criterios previstos en la futura normativa. En nuestros estatutos probablemente incorporaremos otros requisitos previos de calidad para adherirse, tales como un estricto cumplimiento por parte de los socios de la normativa sobre protección de datos y medidas contra el blanqueo de dinero.
-¿Qué tareas tendrá la asociación?
-Ante todo, representar los intereses de nuestros miembros ante las autoridades y comunicar los intereses de nuestros miembros. También cabe pensar en cursos propios de formación. Pero aún es pronto para ello.
-¿Qué intereses tiene en mente?
-Nuestros miembros están interesados en un mercado inmobiliario saludable a medio y largo plazo, que esté en línea con los intereses tanto de las necesidades de la población, los propietarios de inmuebles como con los del Govern. Son temas importantes para nosotros las perspectivas del mercado inmobiliario en Mallorca y Baleares con una visión clara, consensuada y sostenible para los próximos 10 a 15 años, habida cuenta del constante aumento de la población. Ahí entran, por ejemplo, aspectos como la respuesta del sector ante el cambio climático, disponibilidad de suelo, la necesidad de optimizar la gestión de los recursos disponibles, una mayor agilidad en la tramitación de los permisos de construcción y dotar al mercado de una normativa con visión de futuro que pueda aportar soluciones reales hoy. Todo esto deberá tener como máxima prioridad la preservación del territorio y de la maravillosa naturaleza en Baleares, que es nuestro mayor valor a proteger.
-¿El Govern tomará en serio la nueva asociación?
-La respuesta inicial ha sido muy positiva. Inmediatamente después de la fundación, buscamos el contacto con el Director General d’Habitatge, Eduardo Robsy Petrus. Nos respondió inmediatamente. Dijo que estaba muy contento con nuestra iniciativa y nos dio una cálida bienvenida. Nuestro objetivo es una primera reunión personal a principios de año y ponernos a trabajar desde ahora mismo para una puesta en marcha positiva de la nueva normativa y un visible aumento de la calidad en el asesoramiento inmobiliario en Baleares.
