La mitad de los inmigrantes que residen en Balears se sienten discriminados en su vida cotidiana, principalmente por parte de los servicios públicos. Esta es una de las principales conclusiones del último número de noviembre de la revista Gadeso dedicado a la inmigración, que recoge una muestra de 400 entrevistas.

El 49% afirma sentirse marginado en un porcentaje elevado en los servicios públicos (50%), por parte de los vecinos alcanza un 39% y en la calle se sitúa en el 34%. Por primera vez en una encuesta de esta entidad los partidos políticos aparecen como agentes de exclusión de los migrantes en las islas, en referencia a Vox, que tal como destaca Gadeso en su publicación número 382, "capitaliza el discurso xenófobo".

Entretanto, el 62% de los recién llegados al archipiélago creen que tienen más problemas que la población autóctona y dentro de este grupo, la mayoría son de origen magrebí (75%) seguido del 74% de los subsaharianos. Según Gadeso, estos dos colectivos son precisamente los que han recibido más ataques por parte del discurso de extrema derecha con hechos como la llegada de los MENAS (menores no acompañados).

Dificultades de adaptación

Las principales dificultades a las que se enfrenta este colectivo son el paro y la precariedad laboral, los problemas económicos y el acceso a la vivienda. Otros problemas detectados incluyen el racismo, la dificultad para acceder a los servicios públicos y la preocupación por la inestabilidad política.