Marina Mango y Juan Marchetti son dos jóvenes argentinos cuyo lema de vida es "carpe diem" ("vive el momento"). Llevan más de dos años recorriendo el mundo a bordo de La Makinola, un Ford Falcon modelo 81, y catorce países después, han llegado a Mallorca. "Es un lugar precioso que conocer, muchísima gente nos había recomendado venir", aseguran. Aquí buscarán aprovechar para compartir su experiencia con los amantes de los vehículos clásicos y con quienes necesiten "despertar esa pequeña inquietud" que en ocasiones nace y te lleva, como en su caso, a dejarlo todo porque "lo más maravilloso de la vida es el tiempo y compartirlo con la gente es estupendo".
Su aventura empezó cuando Juan adquirió el Ford Falcon con el que siempre había soñado. Fue su padre quien le hizo ser un apasionado de los coches clásicos y del turismo de carretera. Por ello en cuanto se hizo con La Makinola, como así denominaron su vehículo, se lanzó a participar en un encuentro nacional de coches de este modelo que se celebraba em Santiago del Estero, ciudad argentina, y ya no se detuvo.
Juan recorrió Argentina y de ahí continuó su viaje por Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. Fue en su siguiente destino, Panamá, donde su pareja, Marina, decidió unirse a su filosofía de vida. "Para mí fue un cambio muy importante, era analista contable en un laboratorio y lo dejé todo", explica.
Su objetivo en ese momento era llegar a Estados Unidos, motivo por el que también recorrieron Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y México. En algunas zonas prefirieron no detenerse demasiado, "son países difíciles en los que hay mucha delincuencia, aunque por suerte no nos pasó nada", relatan. Este hecho lo atribuyen en parte a su apreciado Ford Falcon: "La Makinola es como un ángel que nos protege", dicen con cariño.
Su buena suerte, sin embargo, no ha evitado que durante los más de 30.000 kilómetros que han recorrido hayan pasado por situaciones complicadas. "La vida que llevamos nos hace pasar en ocasiones por momentos malos, pero eso sucede en cualquier tipo de vida, la diferencia es que nosotros hemos elegido una vida itinerante", explican, para añadir que "lo que estamos haciendo no es ni mejor, ni peor, es una lección de vida".
En algunas ocasiones Juan y Marina se han encontrado sin forma de financiar su aventura, pero siempre ha habido quien con dinero, comida u hospitalidad, les ha ayudado en su trayecto. Según explican, ha sido La Makinola la que les "ha abierto muchas puertas" y les "ha permitido conocer gente maravillosa".
El papel de las redes sociales
El Ford Falcon se ha convertido en un reclamo en las redes sociales. Gracias a ellas, sobre todo a Instagram, Marina y Juan están dando a conocer internacionalmente su aventura y los amantes de los clásicos de Ford les requieren en encuentros y eventos de todo el mundo. Además, son muchos los argentinos, sobre todo aquellos que han tenido que abandonar su país, los que siguen su rastro, pues se trata de un modelo de coche muy apreciado para ellos. "En Los Ángeles un chico lloró incluso al olerlo, le traía muchos recuerdos".
Fue la empresa Alien Fresh Jerky la que les ayudó a llegar a Europa y es de esta forma y mediante la venta de camisetas, postales, gorras y pegatinas como estos dos jóvenes aventureros están logrando su sueño: "Conocer el gran mundo en el que vivimos".
Después de Mallorca, Marina y Juan viajarán a Francia e intentarán recorrer toda Europa, aunque confiesan que acabarán regresando a Argentina: "La Makinola salió de allí y es allí donde tiene que volver".
