La vista oral de ayer supuso el fin de los juicios derivados del caso Palma Arena, que se abrió hace 10 años para investigar un presunto desfase entre lo presupuestado y el coste del velódromo público del mismo nombre. El juez Castro dividió esta causa en 28 piezas separadas, de las que una docena aproximadamente llegaron a juicio. Ahora solo queda viva la llamada pieza principal, pero las acusaciones han pedido su archivo.