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La 'burbuja' en el precio del alquiler de viviendas y locales deja de crecer

Los inmuebles de mayor demanda por tamaño o zona mantienen el precio estable respecto a 2018 y el resto muestran los primeros descensos - La incertidumbre económica y la apuesta de los propietarios por "ir a lo seguro" al buscar inquilinos se señalan como claves

Los alquileres en las principales calles comerciales se han mantenido este año sin subidas. B. Ramon

La 'burbuja' que se había generado en Mallorca en los alquileres de viviendas y locales comerciales ha dejado de crecer durante este año, con los precios estabilizados en los inmuebles de mayor demanda, como residencias de una o dos habitaciones y en tiendas ubicadas en las mejores zonas del centro de Palma, e incluso con los primeros descensos en los pisos de tres habitaciones o más y en los comercios de barriada y de muchas zonas de la part forana, según los datos facilitados por el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, por la consultora CBRE y por la patronal Afedeco. Entre las explicaciones que se facilitan están el que las empresas que buscan instalarse en Mallorca miran ya mucho más la rentabilidad que se puede alcanzar frente al pago de rentas muy altas, y en la percepción de que la ralentización de la economía hace que los propietarios apuesten por "lo seguro" a la hora de buscar inquilinos, aunque eso suponga rebajar ligeramente el margen de beneficio.

En el caso de la vivienda, ese parón en la evolución al alza de los precios, muy intensa durante los últimos años, es señalada por el vicepresidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de las islas, José Miguel Artieda, que diferencia dos tipos de situaciones.

En el caso de las residencias de una o dos habitaciones, que en estos momentos son las que presentan la mayor demanda, los precios se han estabilizado en torno a los 11 euros por metro cuadrado como media, lo que sitúa los alquileres en el entorno de los 700 y los 750 euros mensuales, es decir, en niveles similares a los que había el pasado ejercicio.

Pero en los inmuebles de tres o más habitaciones, es decir, los que se mueven cerca de los 100 metros cuadrados o los superan, comienza a detectarse una ligera evolución a la baja, hasta moverse en los nueve euros por metro cuadrado, lo que posibilita encontrar rentas de 950 euros mensuales y hace que cada vez sea más difícil pasar de los 1.000 euros. Se trata, evidentemente, de medias en el segmento destinado a las familias residentes.

Estos precios corresponden a la zona de Palma pero son aplicables también a muchos puntos de la part forana, con ligerísimas variaciones a la baja, según se destaca desde el Colegio.

La clave radica, en el caso de los pisos más pequeños, en que hay muchos jóvenes y separados que los demandan, lo que hace que el tiempo que se tarda entre el momento en que se pone en alquiler y se encuentra un inquilino siga siendo muy bajo.

Por contra, en el caso de las tres y cuatro habitaciones, pueden pasar semanas sin que se consiga un ocupante para estos inmuebles, lo que explica que algunos propietarios estén optando ya por asumir pequeñas reducciones.

Artieda señala además que este año se ha detectado una presión algo más débil en la demanda de viviendas de temporada por parte de los trabajadores del sector turístico.

Locales comerciales

Estos mismos indicios aparecen en el caso de los locales comerciales, con unos precios que este año se han mantenido en niveles similares a los de 2018 en el caso de las principales calles del centro de Palma, según señala la directora regional de CBRE, Tonia Vera. La demanda para poder instalarse en esos puntos sigue siendo muy alta, pero ahora las empresas se lo piensan dos veces al calcular la rentabilidad que pueden alcanzar si asumen alquileres de determinada envergadura.

Tonia Vera añade que la rotación en este tipo de establecimientos de calles como el Born o Jaume III es baja, pero cuando queda algún local disponible, el tiempo que se tarda en encontrar un nuevo inquilino está aumentando debido a esa mayor prudencia por parte de las firmas que desean implantarse en la ciudad.

En este sentido, se apunta que la creciente competencia que se deriva de internet está provocando ajustes en los ingresos que se obtienen, lo que hace necesario un análisis más moderado de los alquileres que se pueden asumir.

Eso explica que la cifra de operaciones que se registraron durante el primer semestre de este año haya mostrado una evolución a la baja en relación al ejercicio anterior, y que en algunas zonas el segmento de la moda esté perdiendo protagonismo en favor de otros más dinámicos, como deporte, cosmética o restauración.

En cualquier caso, esa estabilidad en las rentas que se pagan no significa que hayan dejado de ser muy altas. Así, en el Born se sitúan en los 150 euros mensuales por metro cuadrado (es decir, 15.000 al mes por 100 metros), mientras que en Sant Miquel y en Jaume III se mueven entre los 110 y los 120 euros mensuales.

Estancamiento

El presidente de la patronal de comercio Afedeco, y también de la Asociación Balear de Servicios Inmobiliarios (ABSI), Toni Gayá, confirma este estancamiento en las rentas que se reclaman para el alquiler de locales, e incluso apunta que comienzan a darse casos en los que los propietarios aceptan pequeñas reducciones en barriadas o puntos de la part forana, destinadas a primar la continuidad de algunos inquilinos al decantarse por la seguridad en lugar de por una mayor rentabilidad con un cambio de ocupante.

Según Gayá, comienza a extenderse la sensación de que la burbuja en la que se había vuelto a entrar en el sector de los alquileres corre el peligro de estallar, de ahí que en el caso del comercio muchos propietarios busquen garantizar que su local está en manos de un empresario que ha venido cumpliendo religiosamente con los pagos y que otorga seguridad. En este sentido, recuerda lo que sucedió durante la crisis, incluso en calles comerciales del centro de Palma, en la que muchos establecimientos permanecieron cerrados durante meses al haber perdido a su anterior inquilino y no encontrar a otro que quisiera instalarse.

Pese a lo expuesto, el presidente de Afedeco reconoce que la congelación de los alquileres en el centro de Palma no evita que se mantengan en niveles inalcanzables para una gran parte de las empresas mallorquinas.

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