Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Boulevard

La profanación de la ecotasa será el TIL del Govern

Francina Armengol no solo ha defraudado a la izquierda. Al prometer cantidades millonarias a los hoteleros millonarios que especularon...

El pasado miércoles tuvo lugar el traspaso de poderes en La Moncloa, donde el político incapaz de conseguir los apoyos parlamentarios para formar Gobierno le cede los trastos al político incapaz de conseguir los votos populares suficientes para formar Gobierno.

Francina Armengol no solo ha defraudado a la izquierda. Al prometer cantidades millonarias a los hoteleros millonarios que especularon con la mercancía averiada de Thomas Crook, ha indignado incluso a la derecha. La sección socialista del Govern anuló la ecotasa con la misma desfachatez que mostró Jaume Matas al retornar al poder para corromperse en 2003, y con el agravante de entregarla a sus recaudadores. Se ve que han desaparecido las listas de espera sanitarias, que ya se pagan todas las ayudas concedidas a la dependencia, que han desaparecido los barracones para los alumnos mallorquines, que se ha enjugado la deuda electoral de 400 millones. Y así sucesivamente.

No mejoraré las contribuciones en estas páginas de Jaume Munar, Marisa Goñi o Mateu Ferrer, pero esta legislatura ha alcanzado su punto de no retorno en el primer trimestre. La profanación de la ecotasa será el TIL del Govern pseudoprogresista, el tilt del pinball, el momento en que la inclinación excesiva de la máquina declara perdida la partida.

Ya puede desvelarse sin dañar honras ni haciendas que la ecotasa se aprobó a principios del siglo XXI gracias a este diario. El president Francesc Antich procrastinaba, el conseller Joan Mesquida ejercía de Pilatos y el conseller Celestí Alomar se veía de víctima propiciatoria. Una persona con principios nos suministró el contenido íntegro de la ley que el Govern de izquierdas se resistía a aprobar. La publicación obligó al Pacto de Progreso a dar un paso hacia el vacío, en un clima guerracivilista. Con el Bild Zeitung recogiendo sacas de firmas contra el impuesto para enviarlas al Rey. El actual ejecutivo ya mostró su desprecio a la ecotasa al transformarla en un instrumento a favor del turismo insostenible, pero no tenía ningún derecho a insultar a quienes se dejaron sangre, sudor y lágrimas en una aventura quimérica. Hoy no existe una sola geografía en el mundo que no disponga de un gravamen semejante.

Armengol efectuó la propuesta temeraria en el Parlament, y en su intervención del pasado martes ni se atrevió a pronunciar la palabra "ecotasa". Con este impuesto no se juega, y el drama que supuestamente afecta a los empresarios turísticos no se ha saldado de momento con la venta de un solo hotel. Todo lo anterior queda a expensas de que el Govern omnisciente anuncie hoy mismo que nunca prometió regalar la ecotasa a los hoteleros, y que han de rectificar quienes así lo afirmen. El desastre no se palía anunciando que se dobla el parque natural de Llevant. ¿Como en Cabrera, entregando la gestión a Madrid?

Observarán que no puedo sumarme a la denigración unánime de Iago Negueruela. Sospecho de los odios indiscriminados, y el coraje siempre es una novedad en Mallorca. La abdicación obliga a evocar los tiempos en que el Govern se encomendaba a la reivindicación de las kellys. No hay camareras de piso en las listas electorales de la presunta izquierda. Al menos están sus hijos, pero no en los partidos progresistas, sino en la candidatura de Ciudadanos al Senado.

De la última noticia que acabo de recibir de la Autoridad Portuaria de Balears solo puedo indicar que no me atrevo ni a insinuarla en esta página delictiva. Tienen que jurarme que actuarán como si nunca hubieran leído estas líneas. Si les sirve de consuelo, peor están en Madrid. La imagen que hoy nos ilustra se centra en el traspaso de poderes registrado el pasado miércoles en La Moncloa. El político incapaz de conseguir los apoyos parlamentarios suficientes para formar Gobierno le cede los trastos al político incapaz de conseguir los votos populares suficientes para formar Gobierno.

La doble desgracia de la torrentada de Sant Llorenç consiste en que se inundara la casa hasta el punto de que sus habitantes escaparon al agua de milagro en una escalada agónica y que, tras la visita auxiliadora de los voluntarios, desapareciera la vajilla de plata de la familia. Así le ocurrió un año atrás a un habitante de dicha localidad. Vean Joker, el realismo más sucio, salvo que odien tanto a Joaquin Phoenix como su seguro servidor.

Reflexión dominical gravitatoria: "Uno de los dos paracaidistas del Ejército cayó sobre una farola, el otro falló en el intento".

Compartir el artículo

stats