Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Empresa

El reto de ceder las riendas a los hijos

El consultor Alejandro Szilágyi advierte de que "las heridas emocionales pasan factura" en el seno de las empresas familiares

Alejandro Szilágyi centró su conferencia en el relevo generacional. M. Mielniezuk

Solo el 7% de las empresas familiares de España sobreviven a una tercera transición generacional. En Alemania lo consiguen más del 29%. Este dato tiene especial relevancia si se tiene en cuenta que el 91% del tejido empresarial de Balears está formado por este tipo de sociedades, al tiempo que aportan el 31% del producto interior bruto de las islas, según puso de relieve el consultor Alejandro Szilágyi. De ahí que la conferencia que pronunció ayer girara en torno al reto que supone el relevo generacional en estos casos, en un acto organizado por el Cercle d'Economia de Mallorca, la Asociación Balear de la Empresa Familiar (ABEF) y DSKonsulting. Con algunas advertencias que se repitieron en numerosas ocasiones, como que "las heridas emocionales pasan factura", o que "la familia es más importante que la empresa".

Una vez expuesta la importancia que las empresas familiares tienen para las islas, Alejandro Szilágyi hizo hincapié en algunas diferencias entre Alemania y España. En el país germano, el 90% de las empresas familiares disponen de un consejo de administración o de familia, mientras que en el nuestro solo una de cada tres lo han constituido. En Alemania, el 50% cuentan con un protocolo familiar en el que se determina el papel que cada miembro juega y las relaciones entre ellos en el marco de la empresa, mientras que en España solo se alcanza el 10%. Es decir, los alemanes juegan con reglas mucho más claras que los españoles, de ahí que su tasa de supervivencia sea más alta. Porque no hacerlo puede poner en peligro tanto a la empresa como a la familia.

A partir de ahí, el consultor subrayó los riesgos y los errores que se pueden cometer a la hora de impulsar el citado relevo generacional. Y uno habitual es que el fundador de la empresa no sea capaz de ir dejando las riendas en manos de sus hijos y favorecer así su desarrollo profesional, además de pretender perpetuar su modelo de trabajo. Porque resulta difícil que la segunda generación pueda crecer profesionalmente si el progenitor se niega a abandonar el "trono", con el agravante de que los hijos han podido acceder a una formación mucho más intensa que la de los padres, al igual que los nietos, debido a que la situación económica de la familia se ha vuelto más favorable.

Además, Szilágyi recomienda involucrar también en el proyecto empresarial a las parejas de los hijos para reforzar la unidad, y de ahí la importancia de los protocolos familiares antes señalados.

La tercera generación

Ese mismo argumento se traslada a los nietos. ¿Cómo conseguir que la tercera generación se involucre en el proyecto de la empresa familiar? La respuesta del consultor es que se logra inculcando los valores y el empuje ante la vida que permitieron el nacimiento del proyecto.

Y nadie mejor que el fundador de la empresa, el 'abuelo', para trasladar dichos valores a sus nietos, al disponer además del tiempo para hacerlo si ha sido capaz de ir dejando las riendas de la empresa en manos de sus hijos.

Precisamente para alcanzar ese relevo generacional, Alejandro Szilágyi subrayó la importancia de poner las cosas por escrito en el seno de la relación familia-empresa, para evitar así futuros enfrentamientos y que se generen "heridas emocionales". E insistió que es fundamental sobreponer la familia a la empresa si se quiere garantizar la supervivencia de esta última. Otro consejo: todos los fundadores deberían de tener un hobby para no estar permanentemente en el trabajo y "quitar oxígeno" a la siguiente generación.

CONTENIDO_RELACIONADO

  • Las empresas familiares de mayor tamaño son más longevas y más rentables

FIN_CONTENIDO_RELACIONADO

Compartir el artículo

stats