Hans Müller, el brazo ejecutor de Thomas Cook en Mallorca, es un personaje muy popular y querido en el sector turístico. No había fiesta o inauguración en la que él no estuviera. Desde la caída del turoperador, el director de contratación del turoperador "no ha dado la cara a los hoteleros". Fuentes del sector le recriminan que "sabía que lo que prometía no lo podía cumplir" con los contratos que ha estado firmando con los empresarios cuando ya el TTOO agonizaba.

Hoteleros con reformas a medias u otras por emprender, se han quedado de la noche a la mañana en la estacada. Fuentes del sector lamentan que Müller ni siquiera "ha dado señales de vida" y se ha limitado a "enviar emails a los perjudicados por la quiebra, cuando "ahora es el momento de dar la cara". El directivo de Thomas Cook, la semana pasada, no tenía el temple para hablar con este diario, aunque manifestó en un mensaje sentirse "bien y con muchísimas cosas que arreglar". Y tantas.

A Müller, miembro de la junta directiva del Fomento del Turismo, residente en Mallorca desde hace dos décadas y detractor de la ecotasa -como dejó de manifiesto sin ir más lejos en la última feria turística en Berlín-, ahora "no le conviene pasearse mucho por Mallorca". Él es quien decidía qué hoteles se contrataban y el que se encargaba en persona de las garantías que firmaba el turoperador con los hoteles. No había acuerdo que valiera con Thomas Cook "hasta que Hans firme el contrato decían las cadenas", según fuentes de la turoperación.

"Sabía que lo que se ha estado firmando no se podía cumplir", y "una cosa es dejar en la estacada a Iberostar o Hipotels", "pero otra es", por ejemplo, "convencer a un hotel familiar de Cala Rajada que se meta en un Sentido [una de las marcas de Thomas Cook] y en una reforma titánica, diciéndole: 'Tú hazlo, después ya te pagaré'".

Es con esos empresarios, que habían contratado grandes cantidades de camas en exclusividad con Thomas Cook, con los que ahora mayoristas como TUI, DER Touristik, Alltours, Schauinsland o RTK están renegociando. Dadas las circunstancias, los acuerdos que pueden alcanzar serán "a la baja", pero no les queda otra salida de cara a la próxima temporada que ya creían cubierta hasta el 23 de septiembre, fecha de la quiebra del grupo británico, apuntan otras fuentes del sector financiero. Hay que recordar que el 75% de los establecimientos en España con marcas de Thomas Cook son operados por pequeños o medianos empresarios y compañías que se habían adherido a las enseñas del turoperador, entre ellas Sentido, SunConnect o Smartline.

Solidaridad entre mayoristas

Esos pequeños empresarios, ahora enredados con facturas impagadas con unos diez millones en IVA que deben ingresar a la Agencia Tributaria, de acuerdo a estimaciones del bufete Font Mora Saiz de Baranda, a pesar de que no han cobrado, son los más vulnerables.

"En mayo pasado firmaron contratos de garantía [exclusividad] con Thomas Cook. Dan mucha pena -relatan las fuentes-. Ahora están como locos para que les contratemos camas, incluidos aquellos a los que les pudo la soberbia y nos dejó por el turoperador más grande".

Ante estas situaciones, el resto de mayoristas se han "solidarizado", al tiempo que hacen negocio, pensando que si echan un cable este octubre habrá "una camarera de piso o un camarero" fijo discontinuo que puede que este octubre no se vaya anticipadamente "a la calle" por el cierre de su lugar de trabajo. "Estamos llevando todas las camas posibles". TUI, DER Touristik 0 Alltours están en contacto para esta particular 'operación repatriación' de los hoteleros de la isla, sin dejar de lado que "la competencia es feroz, es una merienda de hienas". Por otro lado, los turistas que adquirieron paquetes con Thomas Cook están acudiendo a las agencias de viajes en sus países para ver si se los pueden volver a comprar.

Mientras siga volando Condor, se insiste, los turistas seguirán viniendo a la isla.

Excesos “Ellos trajeron el turismo de borrachera de Magaluf”

Balears quiere quitarse de encima un modelo turístico incómodo. El turismo de excesos no solo quita el sueño a los vecinos que lo sufren, sino a muchos empresarios y a las autoridades. El objetivo, erradicarlo, puede que esté ahora más cerca, pues a la colaboración pública-privada -en la que Meliá juega un papel relevante para la regeneración de Magaluf- se une la desaparición de Thomas Cook. Otra oportunidad ante esta crisis: “El turismo de borrachera lo trajeron ellos, con esos paquetes de doscientos euros ‘todo incluido’ para una semana de vacaciones”.

Fuentes de la intermediación turística señalan que esa apuesta del grupo británico ha sido una de las razones de su caída, a la que se suman el que “no entendieron hacia dónde va el negocio ‘online’, amén de la pésima gestión de la compañía. “Hace cinco años David Cameron, con la espada de Damocles sobre Thomas Cook, optó por salvarlo. Si no fuera por el Brexit, lo hubieran vuelto a hacer por su orgullo británico, para no dejar caer a una marca histórica”.