Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Quiebra de Thomas Cook

Momento clave para la 'fábrica turística' balear y sus fortalezas

Las islas, pioneras de sol y playa, capearán el derrumbe de Thomas Cook por su estructura y adelantada reconversión

"Todas las quiebras son tristes. Afectan a personas. La de Thomas Cook es la peor". Habla el consultor Toni Munar. Toda una vida viendo desaparecer aerolíneas y turoperadores, claves en la intermediación turística, el eslabón fundamental para llenar aviones, hoteles y dar vida a la oferta complementaria de los destinos.

Ante el derrumbe del gigante británico toca hacer balance de qué fortalezas anda sobrada Balears, esa 'fábrica turística' que ha sido una comunidad autónoma pionera en el modelo de sol y playa. Lidera la reconversión hotelera en España, se expande por el mundo de la mano de grandes, medianas y pequeñas compañías, no solo hoteleras, y cuenta con una sólida estructura turística. Además, es también cuna y sede de starts ups nacidas al albor del sector. Claro, hay un 'pero', como advertían al inicio del verano desde el lobby Exceltur, presidido por Gabriel Escarrer: también es vulnerable al depender más que otros destinos de la demanda extranjera y la turoperación. Hemos tenido dos jugadores clave en las islas, TUI, y Thomas Cook (TC). Este último, "ha vivido por encima de sus posibilidades", dice Munar. "No aprendemos de los errores", se lamenta ante "las quiebras frecuentes" en la distribución.

El nuevo escenario de incertidumbre, que solo algunos supieron prever, no nos deja al borde del abismo, como a Canarias, aunque pone en una situación crítica a empresarios y trabajadores del sector. Es una turbulencia para la economía balear. "La situación descompone el momento del sector con la llegada de turistas, los paquetes comprados y lo que no se va a cumplir" en octubre y noviembre, analizan fuentes financieras. Con el final abrupto de la temporada, los hoteleros han estimado en al menos cien millones la deuda que les deja Thomas Cook, según la patronal mallorquina, que avisaba del efecto cascada de la quiebra en la cadena turística. "Los procesos de insolvencia en el Reino Unido son relativamente rápidos en cuanto el proceso de liquidación, otra cosa es el del cobro de los diferentes acreedores", señalan las fuentes. Es decir, los mallorquines deberán ponerse a la cola con el resto de hoteleros y empresarios del sector afectados en todos los destinos, entre ellos los competidores del Mediterráneo Oriental.

"El agujero en la planta hotelera tunecina ronda los 70-80 millones. Tendrá un doble efecto: que tiren más los precios o bien que cedan sus establecimientos a cadenas hoteleras", apunta Ramón Hernández, director general de BlueBay Hotels, cadena con su sede en la isla y presente en aquel país. En su caso, la deuda con Thomas Cook en España es "cero". "Llevamos un año sin trabajar con ellos por lo que se veía venir". Añade otra razón: "Cuando hace tres años nos atrasamos en la reforma del Bellevue en Alcúdia no creyeron en nosotros y nos quedamos con otros turoperadores que sí lo hicieron", entre ellos TUI o Jet2 Holidays, con los que ya cubrían la cuota de mercado británico.

Esta es otra clave, diversificar las agencias mayoristas con las que se trabaja, además de los canales de venta para no depender en demasía de la turoperación. Quienes más cuentas por cobrar tienen son los hoteleros que apostaron todo o casi todo en ese socio histórico que ha sido Thomas Cook en Balears y llevaba tiempo haciendo aguas.

"El daño se reparte entre grandes, medianos y pequeños. Puede haber cadenas con una deuda mayor, pero están en mejor situación para aguantar", explican las fuentes financieras. "Para otros pequeños, con dos o tres hoteles, una deuda de uno o dos millones de euros es una barbaridad". Un establecimiento que tuviera contratado "el 80% con Thomas Cook tendrá que iniciar el cierre ya".

Impacto en cadenas pequeñas

Miguel Fluxá, presidente de Iberostar, que lideró la fallida salvación del grupo británico, -la cual Gabriel Escarrer obvió por "inviable" y tardía-, reconocía en Expansión un impacto "importante aunque relativo, solo en ocupación hotelera entre un 7 y 8%. Otro cantar será para cadenas de menores dimensiones. Hoteles Globales (José Luis Carrillo), Gardens (presidida por Gabriel Llobera), Hipotels (familia Llull), Zafiro (Bartomeu Plomer), Mar Hotels (familia Batle Vidal), por citar algunas. "Nadie ha dicho nada sobre cuánto ha perdido", observa Munar aludiendo al carácter mallorquín de no airear "los trapos sucios". Un hotelero reconoce que "si la caída hubiera sido de TUI, no hubiera cogido el teléfono". Hay grandes que dan cifras -Meliá, un 2% de reservas- y empresarios como José Codolá (Valentin Hoteles) que responden la llamada: "Lo estamos resolviendo de forma elegante [con precios especiales a los turistas víctimas]. Neckermann fue un socio importante muchos años; una cosa no quita la otra".

Hay que seguir adelante con un norte, que marcan desde el sector financiero: "Es un momento propicio para convergencias en el sector por la vía de fusiones entre cadenas medianas, absorciones" y seguir con la expansión internacional a destinos donde también ha afectado el cese de actividad".

Compartir el artículo

stats