El 34,1% de los hogares de Baleares reside en una vivienda de alquiler, la segunda tasa más alta de toda España, solo superada ligeramente por el 34,5% de Canarias, según se desvela en el informe publicado ayer por el ministerio de Fomento. Para estimar la importancia de este dato, basta decir que la media en España es de solo un 23,9% y que hay autonomías, como el País Vasco, La Rioja, Castilla y León, Murcia o Extremadura en las que ni siquiera se alcanza el 20%, correspondiendo el resto a viviendas en propiedad.
Otro dato a tener en cuenta respecto a este 34,1% balear, es que el 24,3% de los hogares de las islas paga ese alquiler a precio de mercado, y en este caso se trata del porcentaje más elevado del país; un 4% lo hace abonando una renta inferior a la del mercado y un 5,8% por cesión gratuita.
Eso supone que uno de cada tres isleños vive de alquiler en el archipiélago, pero uno de cada cuatro se está viendo afectado por unos precios que se encuentran entre los más altos de España. En concreto, los datos aportados por el citado observatorio, en relación a las fianzas que se depositan al acceder a estas viviendas, sitúan el precio medio de un alquiler en Balears en los 687 euros mensuales. Ese importe solo se ve superado por los 819 euros de Madrid y los 819 de Cataluña, aunque en este caso no figura el importe del País Vasco, que según los portales Idealista y Fotocasa también quedaría por delante del de las islas. Estas dos plataformas sitúan también el precio medio por encima del que aparece en relación a las citadas fianzas. El alquiler medio en España se cifra en este informe en los 674 euros mensuales.
Hay un punto a destacar. El municipio de Eivissa figura como el más caro de España, y otros dos de la isla pitiusa figuran entre los más costosos junto a Barcelona o Madrid, como son Sant Josep de sa Talaia y Santa Eulària des sa TalaiaRiu.
Más demanda que oferta
La explicación de la alta tasa de alquileres y su elevado precio en Balears está vinculada, según se pone de relieve en el sector inmobiliario, a que en las islas se están edificando pocas viviendas nuevas debido a escasez y encarecimiento de su suelo, lo que está obligando a la demanda a dirigirse al mercado de la segunda mano, que también comienza a evolucionar a la baja, y al alquiler (en este último caso se suma el fenómeno del uso turístico). Es decir al haber muchas personas que quieren alquilar, los propietarios de estas viviendas aprovechan para elevar la rentabilidad que aspiran a obtener con su propiedad, empujando los precios al alza.
Por otro lado, el informe del Ministerio cifra en 96.451 los inmuebles de las islas destinados al alquiler residencial, de los que 636 se edificaron a partir de 2012, mientras que 17.435 son de 2002 a 2011, 10.521 de 1991 a 2001, 13.200 de 1981 a 1990, y 18.590 de 1971 a 1980. El resto son anteriores a este último año, e incluso aparecen 3.284 que son previos al siglo XX.
Por municipios de Mallorca, se señala que Palma cuenta con 36.360 viviendas en alquiler (casi la mitad se levantaron entre 1961 y 1980), Calvià tiene 4.198 (más de la mitad corresponden a periodo 1971-1990), Manacor alcanza las 2.640, Marratxí dispone de 1.333 (más de la mitad se construyeron entre 1991 y 2011), Llucmajor cuenta con 3.217, e Inca suma 2.102.