La repatriación de los turistas británicos afectados por la quiebra de Thomas Cook le costará al Gobierno de Boris Johnson más de la mitad de lo que le hubiera supuesto el rescate de la compañía turística, cifrado en 227 millones de euros. Hoteleros españoles, entre los que se encontraban empresarios mallorquines, trasladaron al Gobierno británico la oferta de cambiar deuda por acciones pero fue rechazada por el primer ministro, quien se negó de plano a hacer de avalista de la operación con recursos públicos.

El ministro británico de Transporte, Grant Shapps, afirmó que el coste de la operación para repatriar a los 150.000 británicos afectados será de 100 millones de libras (unos 112 millones de euros). Thomas Cook tenía previsto sellar esta semana un paquete de rescate con el conglomerado chino Fosun, pero las negociaciones fracasaron al no poder reunir los 200 millones de libras (227 millones de euros) que le exigían los bancos para garantizar su supervivencia.

El despliegue del Gobierno británico para repatriar turistas provocó una intensa actividad en las pistas de Son Sant Joan, donde se vieron aviones poco usuales en el aeródromo palmesano. Entre las aeronaves fletadas por las autoridades de Aviación Civil del Reino Unido destacan los Airbus A380, aviones de gran capacidad que pueden transportar hasta 500 pasajeros. Uno de los que surcó el cielo mallorquín, que puede verse en la fotografía cuando sobrevolaba el Pla de Sant Jordi, corresponde a la compañía Malaysia Airlines.