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El socio de Sa Nostra en Miami aparece en el caso Villarejo

Las obras completas del comisario Villarejo debían abarcar por fuerza a Mallorca. Así ha sido a través del empresario gallego José Pedro...

Esta pintada turismófoba no está plasmada curiosamente en una calle de Palma, sino de Praga, y aparte de demostrar que el idioma checo es casi tan sencillo como el castellano, también apunta a que el exceso de visitantes es una plaga universal.

Las obras completas del comisario Villarejo debían abarcar por fuerza a Mallorca. Así ha sido a través del empresario gallego José Pedro Iglesias Moure, viejo conocido de esta isla y pieza clave en cuanto punta de lanza de la estrambótica inversión en Miami que supuso un quebranto de más de cuarenta millones de euros para Sa Nostra.

Aunque no consta que el promotor galaico esté imputado, existen grabaciones de sus amistosas conversaciones con Villarejo, a quien pagó medio millón de euros por un trabajo de "análisis e inteligencia". También entregó un coche al responsable policial de Barajas, Carlos Salamanca. El atestado correspondiente se halla en manos del juez Manuel García-Castellón, de la Audiencia Nacional.

El Banco de España utiliza la inversión mallorquina en Miami como ejemplo principal de la desastrosa gestión de las cajas de ahorro. Se llegó a poner en duda si existían los solares supuestamente adquiridos. Los ejecutivos de Sa Nostra culparon de lo ocurrido a su deficiente conocimiento del inglés, que les impulsó a confundir una opción con una compraventa.

A través de Invernostra, la caja mallorquina depositó en Iglesias Moure la misma fe temeraria que el promotor en Villarejo. Y no solo en Miami, también en otras promociones que nunca llegaron a puerto. Incluso compartió consejo con Pere Batle. En Palma, el hombre de negocios invitaba a generosas mariscadas. Su labor de introductor de embajadores irradiaba desde el pub del Paseo Mallorca donde confluyen negociantes, policías y abogados. Claro que según la lógica del caso Cursach, que también se instruye en dicho bar, los culpables serán los funcionarios de la Audiencia Nacional que investigan a Villarejo.

Y si desean preguntar si el comisario preso operó en Mallorca, la respuesta tiene que ser afirmativa, precisamente a través de los contactos que sus clientes le proporcionaban en la isla. Metidos en corrupción, las ocho condenas ¿o son nueve? de Jaume Matas corresponden a otras tantas causas del Palma Arena. Pleno de José Castro, la única absolución surge de la matriz del Turisme Jove.

Se ha constituido el Club de Socialistas Damnificados por el todopoderoso y perseverante Yago, protagonista absoluto de Otelo. Entre los miembros más destacados figuran Mercedes Garrido y Francesc Miralles. Mi único amigo me pregunta a quién conoce Antich en Madrid para ser embajador del Govern en el país vecino. Nuestra compatriota Ursula von der Leyen, flamante presidenta alemana de la Comisión Europea, habló en su investidura en inglés —"Long live Europe"—, en francés —"Vive l'Europe"— y en mallorquín —"Es lebe Europe"—. Ni rastro de castellano.

Una temporada turística ambivalente, con ocho hoteles vendidos o en venta solo en Peguera. La pintada turismófoba que hoy nos ilustra no está curiosamente plasmada en una calle de Palma, sino de Praga, adonde viajo de relámpago porque no me fío de los eslavos. Aparte de demostrar que el idioma checo es casi tan sencillo como el castellano, el grafiti también apunta a que el exceso de visitantes es una plaga universal.

Escribo esto desde Cerdeña. En el Porto Cervo del Aga Khan diviso el yate Beethoven que Rafael Nadal ha puesto a la venta, con el tenista y sus amigos a bordo. El barco zarpó de Mallorca mientras se disputaba Wimbledon, el campeón se incorporó a la travesía de despedida del barco tras la derrota. Han tenido buena pesca. El novio y Mery Perelló coinciden poco, el secreto de una larga convivencia.

Se ha abierto un centro de apuestas deportivas a doscientos metros del Institut Ramon Llull, Institut Joan Alcover, Colegio Luis Vives, Colegio Aina Moll y Edifici Sa Riera de la UIB. La ley habla de un mínimo de cien, pero siguen estando a la distancia de un recreo. Vean El cuento de las comadrejas o Argentino por compasión o Sunset Blablablá, porque no encontrarán diálogos más cáusticos que en la primera media hora de proyección. Hasta que irrumpe Clara Lago.

Reflexión dominical procesada: "También pueden cometerse injusticias con los culpables".

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