El grupo de Meteorología de la UIB ha realizado un amplio estudio sobre las consecuencias que tendrá el cambio climático en el sector de la producción de vino en Balears. El estudio confirma que la producción vinícola se verá afectada por el aumento de la temperatura y por la escasez de agua, lo que obligará al sector a afrontar las consecuencias de estos cambios de clima que se prevén que lleguen dentro de dos décadas.

El estudio forma parte de una tesis doctoral que realiza la alumna Maria Cardell, bajo la supervisión de los doctores en Física, Romualdo Romero y Arnau Amengual. La investigación ha sido publicada en una revista científica.

El estudio no se centra únicamente en Balears, sino que abarca prácticamente a toda Europa, dado que la producción de vino es una de las actividades agrícolas más importante del Continente.

Todos los científicos coinciden en que el cambio climático es una realidad, que provocará un aumento general de la temperatura del planeta, entre 2,7 y 4 grados, a la vez que disminuirán las lluvias. Esta situación, lógicamente,tendrá efecto en los cultivos. El calor afectará de forma negativa al ciclo de crecimiento de las plantas de vid que se cultiva en Europa, sobre todo en los meses de verano que es cuando se desarrolla el fruto.

Tanto en la Europa meridional como en el área mediterránea estos cultivos estarán expuestos a épocas más prolongadas de calor, de tal forma que va a afectar al proceso de maduración de la uva. La planta seguirá produciendo su fruto, pero será de peor calidad, tendrá menos aroma y perderá su pigmentación. El vino que se produzca será de peor calidad y se obtendrá una menor cosecha.

Con este panorama los científicos de la UIB señalan que, salvo que se adopten medidas para afrontar esta situación, el mapa de producción de vino en Europa va a cambiar. En estos momentos los países que fabrican un mejor vino son los más próximos al Mediterráneo, como España o Italia, porque el clima favorece el crecimiento de la uva.

Sin embargo, como el aumento del calor se hará extensivo a todo el continente, los países situados al norte de Europa se convertirán en espacios idóneos para la producción del vino, porque tendrán el clima adecuado para la maduración de la planta.

Los tres meteorólogos de la UIB subrayan que los agricultores tienen tiempo para afrontar este cambio, que no será inmediato, ni vendrá de golpe. El productor de vino podrá realizar cambios de variedad de la vid, que sea más resistente a la escasez de agua, o tendrán que elegir otros terrenos para conseguir un producto de mayor calidad.

Lo que tienen muy claro los expertos en clima es que dentro de dos décadas en Europa y, por tanto también afectará a Balears, el mapa donde se clasifican las mejores zonas para el cultivo de la vid va a modificarse. Al negocio de la fabricación de vino de calidad podrán sumarse otros países del norte de Europa, porque tendrán el clima adecuado para que crezca la uva.