Guillem Balboa, coordinador de Més, pasadas las 12:30 de la noche de ayer lunes fue el único que valoró la situación en la formación ecosoberanista tras la asamblea de militantes que debía cerrar la profunda crisis interna vivida en los últimos días. Balboa admitió que la cúpula de Més tiene fecha de caducidad, ya que aseguró que "un congreso deberá renovar la Ejecutiva". Eso sí, dejó claro que hasta la cita congresual él y Bel Busquets seguirán al frente.

La guerra interna se desató cuando desde la ejecutiva de Més decidieron vetar a Miquel Ensenyat, Fina Santiago y Vicenç Vidal como senador autonómico y consellers del Govern respectivamente. Después de duras negociaciones durante días en la asamblea de ayer en Lloseta se llegó a un acuerdo, propuesto por el sector de Ensenyat, que prácticamente no cambia nada de lo inicial y echa por tierra los intentos de renovación de la cúpula de Més. Fina Santiago sigue al frente de la conselleria de Servicios Sociales; Vicenç Vidal, hombre de Ensenyat, no será conseller de Medio Ambiente, pero sí consigue el cargo de senador autonómico. La única cara nueva es la de Miquel Mir al frente de la conselleria de Medio Ambiente. Mir ha sido director general de Vidal.

"No es el acuerdo que quería la Ejecutiva", admitió Balboa. De hecho, de los cerca de 350 militantes que asistieron a la asamblea, 110 no lo respaldaron. Hubo 66 abstenciones y 44 votos en contra. Es cierto que se registraron 192 votos afirmativos. "La militancia quería que se pautara un poco más la renovación y eso es lo que estamos intentando hacer. Hemos notado la voluntad de la gente de rehabilitar el proyecto de Més", aseveró el coordinador de Més.

Durante la asamblea un gran número de militantes se quejaron de que se hubiera filtrado a los medios de comunicación el acuerdo 'in extremis' para salir de la crisis. Algunos acusaron directamente de ello al sector de Ensenyat, que es el gran beneficiado de la eclosión de la crisis. La gestión de los coordinadores también fue cuestionada, especialmente por la formas. Hubo militantes que salieron enfadados y acusaron Fina Santiago de "conservar siempre el cargo".