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Tribunales

Sancionado un guardia civil por amenazar a un superior con el dedo

El sargento gritó al teniente y se quejó de que le tratara como un "mindundi" - El incidente ocurrió en el cuartel de Sant Joan

El incidente ocurrió entre dos oficiales del Seprona de la Guardia Civil. B. Palau

Un sargento de la Guardia Civil de Mallorca ha sido sancionado con cinco días de suspensión de funciones, como autor de una falta consistente "en la grave desconsideración con los superiores en el ejercicio de sus funciones, con ocasión de ellas o vistiendo uniforme".

Esta sanción disciplinaria fue impuesta por el General Jefe del Mando de Operaciones Territoriales, pero ahora ha sido ratificada por el Tribunal Militar Central, que ha rechazado la demanda presentada por el sargento amonestado, que denunció que no se habían respetado sus derechos constitucionales.

El incidente, según explica la sentencia, ocurrió el día 8 de febrero del año 2017. El teniente, jefe de la sección Seprona de Balears, realizó una visita al acuartelamiento de Sant Joan para mantener una reunión de coordinación con distintos miembros de las patrullas de Protección de la Naturaleza, que estaban a su mando. Entre los presentes se encontraba el sargento primero, que era el jefe del equipo de Sant Joan. El teniente felicitó al sargento por su reciente ascenso y le preguntó si se había presentado ante el coronel jefe de la Comandancia, a lo que contestó que no lo había hecho por entender que no era necesario. El teniente, sin embargo, entendía que era mejor que se presentara y que lo consultara con el ayudante del coronel.

Tras la reunión, y mientras estaba en un bar, el teniente recibió una llamada telefónica del sargento, que le comunicó que había comunicado con el coronel por WhatsApp y que éste le había indicado que no era necesaria la presentación. El jefe del Seprona le preguntó la razón por la que no había utilizado el conducto reglamentario para dirigirse al coronel y el sargento le colgó el teléfono, dejando a su interlocutor con la palabra en la boca.

Más tarde, el teniente y el sargento se entrevistaron a solas en el propio cuartel. El oficial de mayor graduación le recriminó al funcionario a su mando que no había seguido el conducto reglamentario. Estas palabras no le sentaron nada bien al sargento, que reaccionó dando gritos a su superior. Le dijo, según señala la sentencia, que "tenía un ego que no cabía por la puerta y que le trataba como un mindundi". A la vez que le estaba gritando, el funcionario sancionado señalaba con el dedo a su superior "de modo y en tono amenazante a escasa distancia del rostro".

Ante este incidente, el teniente presentó una denuncia a nivel interno, por lo que se inició un expediente reglamentario, que ha concluido con una sanción.

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