La presidenta del Govern, Francina Armengol, mantendrá prácticamente a los mismos consellers de los últimos cuatro años. Solo cambiará un nombre o dos. Sin embargo, las principales novedades las piensa acometer en la segunda línea de mando del Ejecutivo. Habrá más direcciones generales y más potentes y, por ello, las actuales serán remodeladas por completo.
Francina Armengol confirmó que habrá once conselleries, lo que ocurre es que algunas direcciones generales se convertirán casi en viceconselleries por su volumen de gestión. Una de ellas será la de Vivienda, en la que la presidenta ha hecho especial incidencia. En un principio se pretendía que hubiera una conselleria específica de Vivienda, pero en las negociaciones del Pacto se ha dejado como una dirección general. La persona mejor colocada para gestionar este departamento es en estos momentos la arquitecta Maria Antònia Garcias, actual gerente del IBAVI, que pese a haber sido elegida consellera electa del Consell podría retornar al Govern y asumir la Dirección General de Vivienda.
La conselleria de Hacienda también será de Hacienda y Financiación. La actual delegada del Gobierno, Rosario Sánchez, tiene todos los números para ser la consellera del ramo, pero tendrá que crear dos direcciones generales de mucho peso. Se habla de que el actual director general de Presupuestos, Joan Carrió, será uno de ellos, así como la actual directora insular de Hacienda en el Consell de Mallorca, María del Carmen Iglesias, que también podría pasar al Govern.
La conselleria de Presidencia, que todavía no está claro que Pilar Costa quiera seguir en el Govern y prefiera dedicarse más al Parlament, asumirá Cultura. En esta área surge el nombre de Francesc Miralles, actual vicepresidente y conseller de Cultura y Patrimoni del Consell que se quedó sin ir en las listas.
En Medio Ambiente, Més deberá hacer pocos cambios. Gestionará Territorio, que lo podría asumir Antoni Alorda.
La gran incógnita de quién será conseller
Si como todo parece indicar Rosario Sánchez será la consellera de Hacienda y Financiación, la gran incógnita en este Govern que tiene prácticamente decidido los nombres, es quién asumirá la cartera de Administraciones Públicas. Una conselleria que deberá gestionar a todo el funcionariado, modernización tecnológica e IB3. Fuentes socialistas apuntan que el nombre puede ser una persona que ha estado en la segunda o tercera línea. Por ello no se descarta al actual director general de Función Pública, Pedro Jiménez, que puede tener opciones. Sin olvidar a un histórico que conoce como la palma de su mano la administración y que siempre ha estado con cargos en función pública. Se trata de Bernat Ramis, actual jefe del departamento de Personal.