Meliá Hotels Internacional no ha recibido hasta ahora "ni una sola demanda" desde la activación, a principios de mayo, del título III de la ley Helms-Burton, que permite a los estadounidenses demandar a compañías que se beneficien de terrenos o inmuebles que les fueron expropiados en Cuba tras la Revolución de 1959.

El presidente ejecutivo y consejero delegado del grupo hotelero mallorquín, Gabriel Escarrer, aseguró ayer dicho extremo después de que se conociera el pasado 21 de mayo de que una familia de origen cubano notificó oficialmente a Meliá su intención de demandarla en los tribunales de Estados Unidos por operar un hotel en Cienfuegos (Cuba) que les fue expropiado hace casi 60 años.

Escarrer destacó, en una conferencia sobre el turismo organizada por El Economista, que el grupo hotelero está "muy bien asesorado" no solo en España sino también en EE UU. El consejero delegado de Meliá señaló que la cadena ha hecho las cosas "muy bien" en Cuba y ha contribuido al desarrollo turístico del país desde hace 32 años, en los que está presente en este destino, y "nos sentimos muy a gusto con nuestra posición" en la isla. En su opinión, en contra de otras legislaturas españolas, por primera vez, "hemos sentido un apoyo muy grande" por parte del Gobierno de nuestro país.