P ¿ Por qué se crean tantos mitos alimentarios?

R Vivimos en una sociedad con muchísima información y en alimentación algunos mitos se generan por intereses comerciales muy claros (por parte de empresas, instituciones interprofesionales o el consejo regulador de una denominación de origen, por ejemplo). Los medios contribuyen a impulsar o perpetuarlos, como también pueden contribuir, sin intención, centros educativos o universidades, donde a veces existe un sesgo. También hay cuestiones que responden a tradición y mala ciencia, como el falso mito de que hay que comer cinco veces al día. Hay casos de sanitarios que lanzan desde su consulta mensajes erróneos, como que si te da diarrea has de tomar Aquarius. No hay mala intención, son personas que han bebido de esos mitos y tienen esa mochila.

P Le voy a decir una serie de frases y usted me las rebate, precisa, aclara o confirma: 'Los productos ecológicos son más sanos'.

R No. La producción ecológica europea está hecha en base a unos criterios que no miran que sean más saludables ni más sostenibles. Que algo sea más sano depende de otras cuestiones. Si comparas un tomate de producción ecológica con uno convencional, las diferencias son mínimas.

¿Hay estudios que apuntan que quizás los alimentos ecológicos tienen algunos nutrientes más porque se producen en unas condiciones que sufren más ataques y desarrollan más antioxidantes? Es posible, pero eso es irrelevante. Es como si yo te digo que esta mesa va a ser de 15 centímetros en vez de 13. Hoy no podemos decir que los alimentos ecológicos sean más saludables.

P 'Una copa de vino al día es saludable'.

R No, ni mucho menos. Este es uno de los mensajes que peor se ha transmitido. Podríamos haber dicho 'tomar una copa de vino al día puede ser compatible con una dieta saludable', como podría serlo también tomar un café con azúcar porque hablamos de algo acotado; no es como tomar beicon cinco veces al día. El problema es que se venda como saludable algo que no lo es: el alcohol es perjudicial y también en cantidades moderadas.

P 'La leche es mala: los humanos somos los únicos mamíferos que seguimos bebiéndola de adultos'.

R Algo tan cierto como irrelevante: también somos el único mamífero que tiene wifi, ¿y qué? Eso no dice si la leche es buena o mala, muestra una realidad de la disponibilidad de la leche. Si le pones leche a un gato o a un tigre se la toma.

¿La leche es sana? Ni es tan sana como dice la industria láctea (que nos la vende como un alimento indispensable para el crecimiento) ni es veneno blanco, como afirma mucha gente. Es un alimento más. Eso sí, en ciertas patologías se recomienda no consumir lácteos, especialmente los no fermentados. La leche tiene una industria muy potente detrás que ha mandado unos mensajes muy categóricos: la leche hay que tomarla sí o sí, tres lácteos al día... Y obviamente no.

P 'Hay que beber dos litros de agua al día'.

R No necesariamente. Las necesidades hídricas de una persona son muy variables y dependen sobre todo de qué comas, qué bebas y qué hagas. Los dos litros son una estimación, luego hay que individualizar eso. La recomendación: guíate por tu sensación de sed siempre que tengas agua disponible.

P 'Hay que tomar cinco raciones de fruta y verdura al día'

R Sí, pero ahora hay que aclarar que son cinco raciones y no cinco piezas y que lo aconsejable son tres de fruta y dos de verdura, y de éstas se aconseja que una sea cruda.

P Hay días que no desayuno, ¿voy a ir al infierno nutricional?

R No pasa absolutamente nada. Hemos cenado y después no hemos hecho nada más que dormir: vaya despojo de especie seríamos si nos levantamos y no somos capaces de rendir sin desayunar. Tras esta frase ha habido muchos intereses comerciales.

Se nos ha marcado a fuego que el desayuno tiene que ser el lácteo, los cereales, el zumo de naranja, o la bollería. Y no: el desayuno ni tiene que ser obligatorio ni por supuesto tiene que incluir galletas o cereales. Desayuna si te apetece y si va a ser saludable: para desayunar café con galletas, mejor nada, ya tomarás algo saludable a media mañana. Y así con cualquier ingesta: mejor no comer que comer mal.

P ¿Qué mito le genera más frustración?

R Me molesta mucho el enfoque de intentar evaluar los alimentos solo por un nutriente. 'Esto es bueno porque tiene hierro' es igual de ridículo que decir 'esta casa es muy buena porque tiene enchufes'. El paté, un alimento horrendo a nivel nutricional y ético, nos lo han vendido diciéndonos que tiene hierro. Este enfoque ha hecho daño porque ha permitido justificar y prescribir alimento no saludables solo por un nutriente.

P No voy a bajar el colesterol solo por tomarme un alimento funcioal, ¿no?

R Hay una cultura del no esfuerzo y la inmediatez, pero la salud es un tema complejo: tras la obesidad o el colesterol hay años o meses de malos hábitos y no corregirás con una dieta express lo que has sembrado tanto tiempo. Se quiere constancia y tiempo.

P ¿Por qué es tan difícil encontrar la verdad en nutrición? Hay estudios científicos que dicen una cosa y otros, la contraria.

R Sí, es muy complicado discernir qué tiene sentido y qué no. Hay varios motivos como los intereses comerciales, el arraigo a la tradición, o desactualización. Por ejemplo hay personal sanitario que como dieta blanda recomienda jamón york y ahora sabemos que eso es una barbaridad. Luego además todo el mundo tiene su mochila de experiencias: uno dice 'el melón es malo por la noche' porque a él le sienta mal por la noche y decide que eso le pasa a todo el mundo. Cambiar algunas cosas implica enfrentarse a la industria y a veces también a la vida académica. Hay mitos que hace 15 años que se sabe que son falsos, pero se siguen enseñando.

Hace unos años nos volvimos locos con la quinoa y ahora arrasa el aguacate, porque no tiene azúcar (que ahora es el enemigo) y tiene grasas 'de las buenas'... ¿Perdemos la cabeza con las modas?

Las modas responden a intereses comerciales. Hace dos años se hablaba del aceite de palma. El año pasado la pegó el aguacate, que es algo que viene un poco para redimirse del ataque a las grasas de los 90, cuando el azúcar no era el enemigo... Y ahora al revés. Las grasas saturadas un tiempo también eran el demonio, y ahora en el mundo fit comen mucho coco y aceite de coco, porque ahora son geniales. Y ahora estamos con la moda de la comida real.

P Deme un consejo para alguien que quiera adelgazar.

R Insisto: más verduras y más frutas. Es fundamental, da más volumen y masticación a la dieta y eso contribuye a la saciedad. No queremos que la gente pase hambre, sino que tenga una buena relación con la comida y esté satisfecha y para eso la verdura es el eje central. La idea es que la verdura sustituya alimentos superfluos, como tanto pan, arroz, pasta...

Daría tres consejos básicos: que haya siempre verdura en tu plato; que tu postre siempre sea fruta y que bebas siempre agua. Con esto ya tienes el 60% ganado.