El tema de las vacunas debe dejarse en manos de los expertos. No es conveniente que cada uno haga de su capa un sayo en un asunto donde, además de la salud individual está en juego la salud pública.
En los últimos años asistimos a repuntes de enfermedades ya neutralizadas hace años y que vuelven a infectar a las personas debido a la insumisión de algunas familias frente al calendario de vacunas obligatorias.
Los bulos, las noticias falsas y la superchería hacen que algunas personas se ofusquen y opten por no vacunar a sus niños, lo que pone a éstos y a otras personas en un serio riesgo.
En España la Comisión de Salud Pública ha decidido ampliar la protección de niños y adolescentes frente a algunas modalidades de la temida meningitis. El Govern balear ha decidido aplicar estos nuevos protocolos. lo que, en fecha aún sin determinar, afectará a varias decenas de miles de niños, adolescentes y jóvenes.
Desde la dirección general de Salud Pública se destaca que el nuevo calendario y las nuevas dosis no son la respuesta a una epidemia o situación agravada de riesgo. La reforma obedece a aplicar el sentido común en los planes preventivos de salud pública. Para ello hay que tener en cuenta las armas disponibles para impedir contagios, los índices de prevalencia de las distintas bacterias, la situación actual de inmunización y la que se pretende conseguir, y el momento más oportuno para suministrar las dosis.
Los planes ya están diseñados para ampliar la protección frente a las variantes de meningitis más activas en nuestro entorno. Ahora cabe implantar, con calma y buena letra, el nuevo modelo, lo que redundará en un claro beneficio para la sociedad balear.
