La situación económica actual de España no se parece en nada a la de la crisis, ya que el crecimiento es positivo y rondará el 2% en 2019. Fueron las palabras del economista jefe del Banco Santander, Antonio Espasa, quien tildó de "objeciones exageradas" las especulaciones sobre el desarrollo de los mercados en el Estado español.

Espasa reflexionó ayer, junto a Borja Cuesta, C&CB Sales del Banco Santander, sobre la conyuntura actual de la economía, afectada por circunstancias como la salida del Reino Unido de la Unión Europea y las guerras comerciales entre Estados Unidos y China. El Club Diario de Mallorca fue el escenario elegido para acoger el Foro de Mercado Banco Santander, al que asistió, entre otras personalidades, la directora Territorial en Balears del Banco Santander, Celia Torrebadella.

Desde la entidad financiera mostraron una visión positiva sobre el crecimiento de la economía y reaccionaron ante la nueva previsión de déficit del Fondo Monetario Internacional (FMI). Ayer se conoció que lo establecían en el 2,6% para 2019, lo que equivale a dos décimas menos de lo estimado en octubre.

"El FMI siempre ha pecado de ser excesivamente pesimista", señaló Espasa, quien vaticinó que la desaceleración de la economía europea posiblemente este año sea menor.

En este sentido, el economista jefe del Santander comentó que pretender que Europa crezca más del 2% es casi imposible y, por ello, puso en valor que España lo vaya hacer entre el 1,5 y el 2%. Y es que después de salir de una "recesión brutal", según explicó el experto, lo habitual es que la economía aumente a un ritmo más moderado. De este modo, si bien hasta hace unos años los mercados se crecían hasta el 3%, ahora que la economía está más estabilizada lo habitual es que lo haga en torno al 2%.

En cuanto a la inflación, el economista indicó que está a la baja, beneficiando así al consumo, lo que se traduce en que la población tiene ahora más dinero. "Al final del día las familias tienen más dinero y eso repercute en un mayor consumo", describió. Todo ello ha ido ligado a un incremento de los salarios agregados. Según detalló Espasa, a corto plazo la inflación no va a representar ningún problema.

"El sector privado ha hecho los deberes y ahora le toca al sector público", dijo Espasa en referencia a los ajustes de las empresas durante la crisis.

Asimismo, a poco más de dos semanas para el 28A, el economista quiso acabar con una creencia muy extendida: a corto plazo, afirmó, las elecciones no repercutirán en la economía. "Una economía tan grande, cuando coge una inercia hacia un lado, es muy difícil cambiar su dirección", apuntó Espasa. Otra cuestión es si hablamos a largo plazo.

De este modo, la incertidumbre política española no es un problema para los inversores extranjeros. Tampoco lo es el procés. Ahora lo que les preocupa, según señaló Espasa, son las elecciones europeas. "Si gobernarán los populistas o los otros".

En cuanto a la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el economista subrayó que espera que se haga a través de consenso, ya que sino supondrá una recesión para ambas partes. Eso sí, comentó que la peor parte se la llevarán los ingleses. Sea como fuere, lo cierto es que, según reflexionaron ayer Espasa y Cuesta, el brexit ya está afectando a la economía global. "Lo mejor para ambas partes será un brexit blando", concluyó Espasa. Cuesta destacó que los inversones en estos momentos pueden aprovechar la diferencia entre el dólar y el euro para obtener beneficio. "En la zona euro, es difícil sacar beneficios en la gestión de liquidez", indicó.