El futuro de los ferrocarriles 'clásicos' de la serie 61 está en peligro. La finalización de la electrificación de la red ferroviaria de SFM a finales de 2018 hace que hoy asistamos a su última circulación. Sin embargo, la Asociación de Amigos del Ferrocarril quiere evitarlo ya que considera que es un material "que ha prestado un servicio básico a toda la ciudadanía como parte de una red de transporte público aún insuficiente". Esta entidad denuncia que ya está decidida la venta de casi la totalidad del parque móvil de la serie 61 a un país africano, de modo que quedará una o dos unidades preservadas para casos excepcionales de emergencia. Tal como explica esta entidad proteccionista, su utilidad en favor de los usuarios, quedó demostrada hace unos días, respecto a la quiebra de la tracción eléctrica en la estación de Palma. "La serie 61 tiene un papel en el ferrocarril del siglo XXI por lo que necesitamos que estén en reserva y en estado de funcionamiento al menos dos unidades triples y dos dobles", sostiene. Además, propone exponer al menos una unidad completa en el museo de Son Carrió.

"No caer en los mismos errores"

Amigos del Ferrocarril advierte de que "no se puede caer otra vez en los mismos errores del pasado". Recuerda que la electrificación parcial de las líneas de SFM en febrero de 2012 supuso la paralización de la mitad la flota de estos automotores. Los más veteranos dejaron de prestar servicio comercial y fueron puestos a la venta. Finalmente fueron comprados por la Chemins de Fer de la Provenza.