"La electrificación de la red ferroviaria ya es una realidad". Así lo destacó ayer el Govern balear, reconociendo que se trata, sin duda alguna, de una de las obras más complejas llevadas a cabo esta legislatura 2015-2019. El transporte público del tren comienza de esta forma una nueva etapa en Mallorca. Tanto es así que los gobernantes aseguran que el Plan Director de Movilidad contempla próximas conexiones de tren hasta Son Espases y el Parc Bit; tranvía en la bahía de Palma y trayectos de tren hasta Alcúdia, Artà y Cala Rajada. No en vano, se considera clave "la apertura hacia el mar". Además de estas prioridades, no se descarta la reinstauración de la línea Palma-Santanyí ni la recuperación del ramal de Felanitx.

La presidenta del Ejecutivo autonómico, Francina Armengol, inauguró ayer la red eléctrica ferroviaria Palma-Manacor. También acudieron la consellera de Turismo, Bel Busquets; el conseller de Territorio, Marc Pons; la alcaldesa de Manacor, Catalina Riera, y los alcaldes de Inca y Sineu, Virgilio Moreno y Miquel Gelabert, entre otros múltiples cargos locales, insulares y autonómicos, aparte de trabajadores, empresarios y vecinos. Hubo llamativas ausencias, como la del alcalde de Petra, Martí Sansaloni (PP).

Si en octubre de 2018 ya se puso en marcha la electrificación entre el Enllaç y sa Pobla, ayer fue el turno del tramo Enllaç-Manacor. De esta manera se dice adiós al diésel. De hecho, el lunes, la Associació Amics del Ferrocarril de les Illes Balears efectuó la ruta Darrer viatge Serie 61 para despedir a los automotores diésel de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM).

En la inauguración oficial el Govern resaltó que ahora el recorrido de tren es más cómodo y rápido. Se completa la modernización de la línea entre Palma, sa Pobla y Manacor. "La actuación incrementa la comodidad y sostenibilidad del sistema de transporte y ha supuesto una inversión de 40 millones de euros", informó.

Con la electrificación, los dirigentes políticos coinciden en señalar que se adecua el servicio "al vigente siglo XXI". La actuación finalizada "permite eliminar transbordos (muy cuestionado el del Enllaç) y ahorrar anualmente más de un millón de euros".

En palabras de los gobernantes, la electrificación, compromiso de legislatura, representa "más comodidad", "menos ruido", "mayor rapidez y eficacia", "más respeto con el medio ambiente al no contaminar como el gasoil", "sostenibilidad" y "un servicio público más barato". El total de red electrificada en Mallorca es de 124 kilómetros.

Reducción de emisiones

El Govern remarca que "con la electrificación de este tramo se reducirán un 60% las emisiones contaminantes y la Administración ahorrará anualmente 1.060.000 euros". El tramo electrificado inaugurado, de 32 kilómetros, ha supuesto una inversión de 30 millones. El de sa Pobla costó 10. Govern y Unión Europea asumen el pago. En total se han electrificado 46 kilómetros: Enllaç-Manacor (32) y Enllaç-sa Pobla (14). La UTE encargada de la obra, Siemens-Man y la empresa mallorquina Sampol. Se han construido también cuatro subestaciones (fuentes de alimentación de energía para la catenaria) en el Enllaç, Sant Joan, Petra y Manacor.

La despedida de los convoyes que funcionaban con gasoil significará que, una vez pasado el primer mes de adaptación del servicio, se pase de aproximadamente los 65 minutos que duraba el trayecto Palma-Manacor a unos 55.

"Además, puesto que los trenes son eléctricos, se incrementa el confort y disminuye el ruido y las vibraciones", subraya el Govern.

Jaume Mateu, director general de Movilidad y Transportes, valora el gran aumento de usuarios de bus y tren experimentado en esta legislatura 2015-2019 y también anuncia incremento de la plantilla laboral, más puntos de cruce (para evitar esperas), más frecuencias y premiar la fidelidad de los usuarios. Paralelamente, las nuevas concesiones de autobús también han de contribuir a garantizar el derecho de los ciudadanos a un transporte público de calidad, competitivo y eficaz. Una movilidad cien por cien óptima.

El caso surrealista de la isla es el protagonizado por la estación cerrada y abandonada de Sant Joan. No se prevé reabrirla.