El amor romántico, la presión por ser popular y las redes sociales forman un cóctel explosivo para las adolescentes, expuestas a todo tipo de violencias machistas sin que en muchos casos sean conscientes.

Así lo pone de manifiesto un estudio realizado por el colectivo SomAtents a instancias del Institut Balear de la Dona. "Los resultados son muy duros. O instituciones, escuelas y ciudadanos nos ponemos, o tendremos un problema", subrayó ayer Catalina Gayà, directora del proyecto y miembro del colectivo SomAtents.

"Los adolescentes buscan popularidad, tienen una presión brutal por el físico y creen que el éxito social pasa por ser popular en el Instituto. Y esa presión es mucho mayor sobre ellas que sobre ellos", afirmó Gayà. Todas esas pautas prenden en las redes sociales, donde son los jóvenes son omnipresentes.

"Ellas viven un 'shock'. Por una lado, su familia les ha dicho que serán independientes, que llegarán a ser lo que quieran. Pero en su día a día rige un modelo totalmente diferente que les exige un físico o les trata de putas cuando tienen muchas relaciones. Y son conscientes de ello, pero también creen que si luchan contra eso acabarán marginadas", añadió esta investigadora.

Una película, el punto de partida

Es un estudio "piloto", advirtieron reiteradamente tanto Gayà como Rosa Cursach, directora del IB-Dona. La investigación ha sido realizada en nueve centros de Secundaria de las islas a alumnos de entre 14 y 18 años para saber qué percepción tienen de la igualdad y de las violencias machistas.

El punto de partida fue el visionado de A tres metros sobre el cielo, la película de adolescentes más taquillera de la historia en España que, en palabras de Gayà, es "una suma de violencias machistas".

Los alumnos que vieron la cinta escribieron después un microrrelato a partir una pregunta: '¿Te enamoras cómo lo hacen los protagonistas de la película?'

Esos textos aportaron un valioso material para la investigación, rematada con la creación de varios grupos de discusión de chicos, chicas y mixtos que debatieron sobre la película y lo que otros alumnos como ellos habían escrito acerca de ella.

Gayà apostó por derribar mitos como el del amor romántico. "También lo podríamos llamar amor Disney. El relato que hacen del amor siempre implica posesión y control como actitud normalizada. El amor romántico debería ser considerado una violencia. Ellos no lo cuestionan, y ellas buscan herramientas cuando se hacen mayores", indicó la investigadora.

También hay problemas con las redes sociales y el teléfono móvil. "Se piden la contraseña como una demostración de confianza. La contraseña del móvil es la virginidad de antes, cederla es como hacer una ofrenda a los dioses", ilustró Gayà, que también apreció problemas en el terreno de la sexualidad.

"El modelo mayoritario en el que crecen es la pornografía. Y en la mayoría de los casos es el único modelo. No hablan con adultos ni ente ellos, solo reproducen lo que ven", concluyó.

"Casi la mitad de las alumnas han sufrido violencia machista"

Parte de las 17 adolescentes que participaron en el visionado de la película y posteriormente en alguno de los grupos de discusión habían sufrido alguna vez uno o varios episodios de machismo. "Casi la mitad de ellas habían experimentado violencias desde pequeñas. Desde llamarlas marimachos por jugar a fútbol de pequeñas a vivir con miedo su espacio público, como cuando van solas por la calle. Y ellas son muy conscientes de que viven en un entorno hostil", subrayó Catalina Gayà, directora del estudio encargado por el IB-Dona.

Esta investigación pretende ser "cualitativa y no cuantitativa", en palabras de Gayà. "Es como mirar en un espejo para saber qué está pasando y qué tenemos que hacer", subrayó Gayà.