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Antònia Tugores en la sede del IFISC .m.s.

Entrevista

Antònia Tugores: "El uso de datos que se dio con la elección de Trump o el 'brexit' puede repetirse el 26 de mayo"

Tugores pide un "código deontológico" en la profesión para regular el uso de la información de las redes sociales

Antònia Tugores (Sineu, 1979) siempre tuvo claro que lo suyo eran las matemáticas. "Son la base de casi todo". Se decantó por una de sus aplicaciones, la informática, en la que ha trabajado desde entonces. Analista de datos en el Instituto de Física Interdisciplinar y Sistemas Complejos (IFISC) de la UIB, es una de las organizadoras del taller Django Girls Mallorca que tendrá lugar este sábado en la Universitat y que tiene un objetivo claro: "desestigmatizar" la informática y la programación como algo solo de hombres.

P ¿Cómo fue estudiar una carrera en la que prácticamente la mayoría eran hombres?

R No, matemáticas no. Era de mujeres. Era de mujeres, en pasado. Matemáticas está ahora mismo en un 30% de mujeres, pero cuando yo estudiaba estaba en un 80%.

P Hemos ido hacia atrás.

R Hemos ido muy para atrás. En ingeniería o matemáticas vamos para atrás.

P ¿Por qué?

R Hace años las matemáticas se estudiaban básicamente para dar clases en secundaria. Y como en física y química la salida principal era secundaria. Hoy en día no, hoy en día las matemáticas tienen un montón de salidas. Se ha vuelto una carrera en la que puedes llegar a profesiones más de renombre, no tan educativas típicas de mujeres. Y ahora sí que hay más hombres.

P ¿Por qué está tan poco representada la mujer en la ciencia?

R Depende de qué ciencias. En informática sí, pero en biología, enfermería sí que es mayor la proporción de mujeres que de hombres, toda la parte que es cuidado de personas, ahí sí que hay más mujeres.

P Pero en informática sí.

R Antes era bastante masculina. Ahora es casi exclusivamente masculina. De ahí el taller.

P En sus orígenes, la informática estaba copada por féminas.

R Cuando se empezó era un trabajo no importante, entonces lo hacían las mujeres. No se le veía un futuro claro y entraron las mujeres que fueron las grandes programadoras de la historia. Pero después se perdió. No cuando es más importante, pero sí cuando se vuelve más extenso. Por ejemplo, un detalle: los anuncios de ordenadores hace años siempre iban dirigidos al hombre y al niño, la niña seguía jugando con sus muñecas.

P La publicidad y la televisión han hecho mucho daño.

R Sí, todo esto sigue influenciando lo que percibimos.

P ¿Cómo se puede revertir esta situación?

R Tenemos el taller para que la gente se pueda acercar. La sensación es que esto es una profesión masculina, y la mujer se queda un poco como 'yo no me meto aquí'. Y no. La idea es intentar visibilizar a las mujeres que existen, que se conozcan y desestigmatizar la profesión. Pero tiene que ser un trabajo de todos. Y el taller nos sirve para dar visibilidad, crear un ambiente inclusivo y que al menos durante un día todo el mundo disfrute de la informática.

P ¿En qué consiste Django Girls?

R Es una iniciativa internacional que ayuda a la gente que lo desee a organizar talleres de iniciación a la programación en principio para mujeres. Cada año en España hay un congreso de Python y en este congreso se realiza un taller de estos a nivel español. Toni (Aloy) [otro de los organizadores] y yo llevamos cuatro o cinco años participando como mentores. Y el año pasado decidimos dar el paso y probar a ver qué tal aquí.

P ¿Y qué tal aquí?

R Fue bien. El año pasado eran 86 inscripciones, por espacio pudimos solo tener 54 o 55 y 20 mentores. Y este año se decidió repetir por motivos obvios, había demanda: hay 102 inscripciones y por espacio igualmente solo podemos coger a 52 y unos 20 veinte mentores. Y en cuanto a patrocinadores, mucho mejor. Este año nos han llegado patrocinios sin nosotros contactar con la empresa, directamente la empresa nos contactaba y nos decía 'quiero patrocinar'. No nos lo esperábamos.

P ¿Hay alguna novedad en esta edición?

R El año pasado hubo tres o cuatro chicas de segundo de Bachillerato y este año hacemos prueba piloto con algunas más pequeñas. Habrá alguna de 4º de ESO, 1º de Bachillerato y creo que hay una de tercero de ESO.

P¿Cuál es la media de edad?

R Hay de todo. La pequeña será de 2002-2003. Y este año no me he fijado, pero el pasado había inscripciones de gente nacida en el 50 y pico.

P ¿Se puede aprender a programar con 30 o 40 años?

R Sí se puede. A ver, esto es un taller de un día, luego si no continuas evidentemente no. Pero en un rato sí puedes aprender y entender cómo funcionan las cosas, que un ordenador te responda, haga lo que tú quieras y veas que esto que parece tan complicado no es tan complicado.

P Estudia la movilidad humana a través de tuits geolocalizados. ¿Qué aplicaciones tiene?

R Yo estoy en la parte técnica, pero a veces sí que estoy más en contacto con los investigadores. Hacemos estudios de movilidad humana: por qué nos movemos, cómo nos movemos, qué decisiones tomamos, vinculado últimamente al turismo. Cómo se mueve el turista, cómo se mueve el residente, qué diferencias hay entre el comportamiento de uno y de otro. Cómo podrías cambiar las líneas de bus o metro, o cómo podrías diseñar una línea para ver cómo va a responder la gente. Haces modelado de agentes, tienes el modelo de una ciudad. Puedes simular qué pasaría si mueves una parada, si cambias algo. Se trabaja bastante con redes sociales, pero también con otros datos.

P Esto puede usarse con intenciones menos nobles, como se ha visto con el brexit o la elección de Trump. ¿La ciencia de datos es beneficiosa o peligrosa para la sociedad?

R Las dos cosas. Para mí la parte importante es no seguir a la gente, es decir, trabajar con flujos de gente de manera que tú no identificas a un individuo en ningún momento. Si fuesen cambios de opinión, por ejemplo con el brexit o con Trump, tú sabes qué opina la mayoría de gente, pero no estás identificando unipersonalmente, tú no sabes qué va a hacer determinada persona. Aquí lo primero que se hace es anonimizar los datos, no necesitas para nada un nombre, ni un identificador real. Y este ha sido uno de los problemas. No había anonimización y sí iban buscando el perfil, persona a persona, 'este me cuadra con este perfil, es más fácil que cambie de opinión, entonces le mando publicidad de acorde a su perfil'. Y sí que se puede a través de los datos saber el perfil ideológico perfectamente. Y a partir de ahí sí que sabes cómo influir en la gente. Así puedes llegar a unos niveles que éticamente no son muy razonables.

P Podría volver a pasar en las elecciones del 26 de mayo.

R Puede volver a pasar y de hecho con la ley que hicieron los partidos en España hace unos meses han barrido para su casa totalmente. De hecho la legislación siempre va por detrás. La tecnología siempre avanza más rápido que la legislación. Y parece que la parte ética no se tiene en cuenta. Tendríamos que ser nosotros mismos, toda la gente que trabaja en informática que sea la que aplique un código ético como en otras profesiones se hace y aquí no. Es como cualquier cosa, tú un coche lo puedes usar para moverte o lo puedes usar para tirarlo contra un escaparate y entrar a una tienda, pero claro, la herramienta no es mala en sí. Aquí también, el programa o el análisis de big data no es ni bueno ni malo, depende de cómo lo uses.

P Eso es lo que habría que regular.

R Para mí un código ético, un código deontológico le falta la profesión.

P ¿La gente es demasiado descuidada con la información que da en las redes sociales?

R La gente no sabe que eso se puede usar a favor o en contra. Ni nos lo planteamos. La mayoría de gente ni se plantea que lo que esta poniendo en Facebook luego lo puede usar cualquiera para lo que le dé la gana.

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