"Tenía dos caminos: dar el paso y decirlo y ser feliz; o continuar llorando en mi habitación y amargarme", explica Christian, un chaval de 14 años que ya desde los 6 sabía que no era una niña: "Y ya estaba harto de llorar".

Así que aceptó que era un niño, que ése era el género que sentía como propio y no con el que había nacido. Y así se lo contó por carta a su madre, Xisca Tous. Al principio, ella lo vivió como "un duelo". Perdía una hija. Pero luego lo asimiló y lo vio al revés: ganaba un hijo feliz y eso, su felicidad, era lo más importante.

Madre e hijo se pusieron manos a la obra y se informaron, visitaron a los correspondientes médicos, eligieron un nuevo nombre e iniciaron los trámites para cambiar la tarjeta sanitaria y el DNI, que ayer precisamente Christian fue a recoger. Al preguntarle cómo se siente ahora, el joven solo repite: " Soy feliz y con la madre que tengo, más".

Christian tomó la decisión. Eligió el camino de la aceptación: "No podía vivir una mentira". Y los espectadores que vean el documental Trans* Happy también podrán elegir y tomar decisiones.

La asociación Chrysallis presentó ayer este documental interactivo que persigue mostrar la liberación y alegría que supone para los niños trans aceptarse y emprender su transición acompañados por su entorno.

Esa es una de las dos conclusiones que arroja este trabajo: la aceptación, el acompañamiento y el amor son las claves para una infancia y una vida feliz (máxima aplicable para trans y no trans). La otra conclusión: la diversidad existe, acéptala.

Trans* Happy obliga al espectador a "cuestionarse cosas que normalmente no nos cuestionamos "", señaló Marisa Candia, de la productora Anorak Films, responsable del documental.

Así por ejemplo, tras escuchar el testimonio de Christian, el espectador puede elegir dos posibles caminos: 'Se le pasará' o 'No se le pasará'. En función de lo que elija, se introduce un testimonio u otro. Y en este caso, aquellos que apuestan por 'Se le pasará' se encuentran con el testimonio de Laura Durán, una mujer trans al borde de la treintena que responde: "No, no se le pasará".

El vídeo tiene hasta 18 caminos posibles y ha sido financiado por la conselleria de Presidencia. La conselleria de Educación, a través del Institut per a la Convivència i l'èxit Escolar (Convivèxit), lo difundirá entre colegios e institutos. Su directora, Marta Escoda, recordó durante la presentación del documental que desde que los centros tienen el protocolo de acompañamiento a los alumnos trans y sus familias (unos tres años) éste se ha puesto en marcha en 73 ocasiones.

Maria Luisa Rosa Ortega, vocal de Chrysallis, insistió en que el objetivo es hacer ver a la sociedad que la infancia trans es feliz desde el momento en que se deja a los menores vivir de acuerdo al género que sienten como propio. Sergio Alejandro Nicora, padre de Valentina, una niña trans de 8 años que también aparece en el documental, aseguró ayer que no recuerda haber visto a su hija más feliz que el día que salió a la calle por primera vez con un vestido. "Tenía una luz que nunca le había visto", explicó Sergio, que aseguró además que de lo único que se arrepiente es de no haber reaccionado antes.

La pequeña Valentina confirmó entre risas que "ser trans mola", a lo que Laura Durán añadió: "No es una moda, ¿eh?, pero sí, mola".

Laura vivió 24 años de su vida como hombre y pasó por todo este proceso en una época (los 90) en los que no había ni normativas específicas, ni protocolos ni sensibilización sobre la realidad trans. Tras pasar periodos duros y momentos complicados, como un matrimonio frustrado, ahora asegura sentirse muy a gusto viviendo y expresándose tal y como es y se siente (y se ha sentido desde siempre): como una mujer.

Aunque todos hablan en términos de liberación y expresan su alegría al haber dado el paso y haber encontrado respaldo, es cierto que para los padres al principio es una noticia de impacto, que choca contra unos esquemas mentales aún muy incrustados y que requiere estar dispuesto a iniciar un proceso de asimilación y un trabajo interno.

Álex, padre de Ensa, una niña transexual, aparece en el documental admitiendo que al principio tuvo "miedo y vergüenza". De hecho, recuerda el primer día que acompañó a su hija a clase llevando un vestido: "Nunca había tenido tanto miedo, bajando aquella rampa que no se acababa nunca... fue el día más duro de mi vida y también creo que el día en el que más feliz me he sentido".

El entorno escolar

Y sí, Álex también fue feliz ese día porque a pesar de que le temblaban las piernas de camino al colegio, cuando Ensa llegó a clase sus compañeros le dijeron que estaba muy guapa. Y ya. Una buena respuesta del entorno escolar es clave. Por eso, en el documental aparece el testimonio de Maria Esperanza, que fue la primera profesora de Balears que, sin protocolo ni guías, acompañó a Ensa en su transición. ¿Cómo lo hizo? "Con naturalidad".

¿Cómo acogieron los compañeros de Christian su cambio? "Los que no aceptaron a Christian se han ido y los que se quedaron, son mis amigos", señala el chaval que a sus 14 años es pura chispa y madurez emocional y ahora difruta de su vida de chico saliendo por ahí con su novia y sus amigos. Tras pasar años pensando "que estaba loco", ahora insiste en que es "feliz, feliz, feliz". ¿Por qué? "Soy lo que soy y me quiero así".