“Aproximadamente el 11% de la población de las islas mayor de 40 años, tanto hombres como mujeres, estarían afectados por la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), una patología que provoca unos dos mil ingresos hospitalarios cada año”, explica el doctor Borja García-Cosío, ditector de la unidad de investigación de Son Espases y coordinador de la estrategia del Servei de Salut contra esta enfermedad.
La EPOC es una enfermedad común que se caracteriza por una disminución progresiva de la capacidad pulmonar debida a la obstrucción de los bronquios y la destrucción del pulmón por el efecto nocivo del tabaco.
García-Cosío añade que, a nivel nacional, la EPOC ocasiona un gasto anual al Sistema Nacional de Salud estimado en unos 8.000 millones de euros de los que aproximadamente un 80%, 6.500 millones, lo consumen los ingresos hospitalarios de estos pacientes cuando se agudizan sus síntomas de disnea (ahogo o dificultad para respirar con normalidad).
Este especialista, que también coordina la unidad de EPOC frágil en Son Espases, un dispositivo asistencial específico para mejorar la atención a los pacientes más vulnerables afectos por esta enfermedad, explica que el tiempo medio de hospitalización es de unos siete días en el transcurso de los cuales se les proporciona tratamiento antibiótico - “las causas más habituales de los ingresos son infecciones”, detalla- y un soporte ventilatorio “no invasivo”, esto es, sin necesidad de intubación.
Pese a que los estudios de prevalencia de esta enfermedad apuntaban hasta ahora a que era tres veces mayor entre los hombres que entre las mujeres, su incidencia se va equiparando poco a poco en ambos sexos de la mano del creciente consumo de tabaco por parte de las féminas, sobre todo en comunidades como la balear.
Más fumadoras que fumadores
“Está aumentando la prevalencia entre las mujeres, especialmente aquí, en Balears, donde ya hay más fumadoras que fumadores”, corrobora el responsable de la consulta EPOC frágil, pese a que en este programa en el que participan un centenar de pacientes todavía la proporción es de 7 a 3 a favor del género masculino.
“Pero paulatinamente se irá equiparando. Dentro de diez años habrá tanta EPOC en hombres como en mujeres”, vaticina.
Además, los síntomas con los que cursa esta enfermedad -el grado de disnea y el número de veces que se agudiza y requiere de ingreso hospitalario- cursan con más gravedad e intensidad en las mujeres que en los hombres, añade el especialista. Esto se traduce en una peor calidad de vida para las mujeres con esta invalidante enfermedad.
Todo ello, unido al infradiagnóstico de esta enfermedad entre el género femenino, que se ha estimado en un porcentaje cercano al setenta por ciento, ha aconsejado realizar un enfoque diferencial, con una perspectiva más de género, sobre esta patología. El año pasado se produjo una reunión específica sobre la EPOC en la mujer de Balears, revela el especialista.
Pese a que la EPOC se suele diagnosticar entre los 60 y los 70 años de edad, los últimos estudios apuntan a que su inicio se produciría mucho antes. “La EPOC puede aparecer en la misma infancia, bien por ser la madre fumadora o padecer el niño asma. El problema es que cuando esta enfermedad empieza a dar síntomas el daño ya está establecido”, advierte el doctor García-Cosío.
La enfermedad se trata con fármacos broncodilatadores y con antiinflamatorios para algún perfil de enfermo, pero el paciente no conseguirá recuperar la capacidad pulmonar perdida tras años de consumo de tabaco.
“No la recuperará o lo hará muy ínfimamente, nunca volverá a tener una función pulmonar normal. Con los tratamientos mejorará la obstrucción, lo que no quita que un 40% de estos pacientes acabarán falleciendo por esta enfermedad o por otras asociadas al tabaquismo como pueden ser los infartos o los ictus”, concluye el especialista.
A nivel nacional, se estima que la EPOC es la quinta causa de muerte entre los varones y la séptima entre las mujeres.
